jueves, enero 07, 2010

Y, por un momento, todo está bien

Cabalgatas a tutiplén en los informativos de televisión la noche del 5 de enero. Los Reyes aterrizan, arriban, cabalgan, descabalgan: llegan a España. Barco, helicóptero, burra, carroza, caballo... Descubro que les entregan una llave mágica que abre todas las puertas. Y pienso: ¡Ostrás! ¿Cómo no me contaron a mí eso de la llave! En la Cabalgada (más que Cabalgata) madrileña hay de : elefantes articulados, una mujer que flota gracias a un racimo de globos, carroza con Mickey Mouse y su novia, carroza con Bob Esponja (te quiero, Bob), y, por fortuna, no se han olvidado de los Reyes. Me pregunto: pero esto, ¿qué leches es?
Me pongo crítico/verdoso y empiezo a fijarme en los Baltasares pintados en España.
Cabalgata donostiarra en Teledonosti
Romanos con cuádrigas, romanos a pie: antorcheros y tamborreros (¿imperialistas?). Pastorcillos. Caballitos de Igueldo (concepto difícil de explicar a los foráneos). Ovejas (rebaño, oveja lacha). Nacimiento viviente encarrozado. Lanzamiento de caramelos. Melchor encamellado y escoltado por bandas (de músicos) y pajes. Caballos. Lanzamientos de caramelos. Gaspar encamellado y escoltado por… Baltasar (el más querido por los niños) encamellado y escoltado por… Lanzamiento de caramelos. El tren Txu-txu. Bomberos, aclamados entusiásticamente (“¿serán los del calendario?”) por las dos cronistas de Teledonosti. Dos máquinas limpiadoras asean la calle y no dejan ni un caramelo en el asfalto.
Me voy hasta Disney-Paris para explicar algo dentro de un paréntesis.
(Hace años mi hermano trabajó disfrazado como Goofy cowboy y estaba hasta los… Estaba harto de todo. Un día se le acercó una niña preciosa de unos cinco o seis años, la perdió del campo de visión unos segundos (la cabeza postiza) y sintió un abrazo en la pierna. Consiguió ver a la nena que, sin soltarle la pierna, le decía: “Je t’aime”. Y, por un momento, todo estuvo bien.)

En Teledonosti repiten la transmisión de la Cabalgata durante la noche, una y otra vez. Hago zapping en busca de una película: Aladdin, El laberinto del fauno, Diamantes de sangre, ¡Hulk! Vuelvo a Teledonosti (he dejado a Bruce de verde lechuga furiosa en la publicidad). Hay un momento en el que una niña, que ha venido de Barcelona a San Sebastián para pasar una semana, cuenta qué ha pedido a los Reyes y cómo se lo está pasando. Y, por un momento, todo está bien.

P.D.: ¡Sus Majestades me han traído un paraguas y una cabeza! ¡Y fui a ver Avatar! Estoy en racha.
P.D.2: La cabeza de la imagen es obra de mi hermano, pero no la regalada.

8 comentarios:

J. dijo...

Jajaja, la Cabalgata donostiarra en Teledonosti me recuerda a aquella canción, "Adivina Adivinanz"a, de Sabina:

http://www.joaquinsabina.net/2005/10/27/adivina-adivinanza/

imunain dijo...

Me quedo con Alladin, que es una maravilla (mi hija mayor mezclaba el "ábrete Sésamo" con el "bienvenidos a Ágrabah, ciudad de misterio", y me repetía: "Bienvenidos a Ágrabah... ciudad de MISÉSAMO" (y nos descojonábamos, claro).

Y Bob: Es un crack.

Y El laberinto del Fauno me encantó. Y además: ¡Con anuncios!

Anónimo dijo...

Yo también quiero a Bob.
La mañana del 6 de enero hace que todo esté bien.
Explica lo de la cabeza, por favor (¿de ajos, nuclear, de Bob?)
Besos,
Bea

eresfea dijo...

Pero mira que eres canalla, J., en cuanto me descuido, ¡zaca!, me colocas la sabinada... Je, je.

IK, ayer te echamos de menos ocho tímidos y una mujer que nos puso un poco en vereda. Un abrazo.

Bea, la cabeza es una tendencia nueva de mi hermano, que amasa pequeñas cabezas de arcilla. Yo ya le he dicho que el fabricante del Gólem empezó así, y...

imunain dijo...

Créeme, no soy bueno para invitar a cenar. Así os tocó a más... la próxima me apunto. Y si es a un monte+comida, casi mejor.
A cambio, vimos una estupenda película: "Crash".

Anónimo dijo...

Pues sólo nos faltaba un Joseanstein pululando por los pasillos...
Bea

J. dijo...

La cabeza es buenísima. Tu hermano es artista de verdad.

eresfea dijo...

Fíjate, J.. Cuando la miras con cuidado, pasa del mal humor a una sonrisa profunda.