El domingo, Asun, Lourdes, Pilar y yo ascendimos a la Llana del Bozo (2.566).
Fue una subida pesada, porque el viento constante del sur era capaz de sorprendernos con rachas violentas que se hicieron muy pesadas en el tramo final de la pedrera de acceso al collado Wallon o Napazal (2.330), un viento que el buen Félix Rodríguez de la Fuente quizá calificaría como al alcaudón, o sea: inmisericorde.
Accedimos a la vía normal del sur desde el Valle de Napazal (1.500). Subimos hasta el abrevadero seco (pero con un manantial a unos metros) que marca el punto de separación de las dos sendas; por la derecha (nordeste) arranca la subida a Aspe; por la izquierda (noroeste), Llana del Bozo y Llana de la Gargata comparten la senda de subida hasta el collado de Napazal.
Desde la cima, las vistas eran hermosas y dudamos: ¿bajamos por la arista oeste hacia el collado de Aisa?
Inicio de la bajada. Al fondo, el Midi Ossau.
El descenso hacia el valle de Napazal.
Tomamos la decisión de volver sobre nuestros pasos, como se ve en las fotografías. Al menos hasta el refugio de El Cubillar (1.800), donde repostamos convenientemente.
Una variante muy hermosa de bajada cae entre el refugio de El Cubillar y el comienzo de la subida al collado del Bozo (al oeste). Se baja al extremo norte del valle de Napazal y se puede admirar una faja rocosa sobre la que se dibujan las moles calizas de las dos Llanas: la del Bozo y la de la Garganta (que queda para otra ocasión).
Y, por las campas, champiñoneamos un rato.
Búsqueda setera por la zona de Rigüelo. Al fondo, las Llanas.
2 comentarios:
hace mucho no entraba a este blog, seguís subiendo rocas? qué loco, por qué no enseñás constancia en vez de lo otro que enseñás? (que no sé bien qué es)
Y a tus fieles seguidores que subian contigo? los dejaste escondidos en una cima?
Bueeeeno, Lou, me consta que tú sabes de la constancia, así que... Je, je. Todo bien.
Que no son seguidores, que son amigos.
Un abrazo.
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