jueves, agosto 03, 2006
Elementos de una mesita de noche
Parchís elaborado con punto de cruz. No me gusta nada el punto de cruz ni el parchís, pero le gusta a mi madre. Y a callar.
Lamparita.
Mesa con cajones para amontonar cosas inútiles.
Un librito de mapas y ascensiones montañeras. Antes de dormir no leo rusos, prefiero imaginar rutas por los mapas.
Una fotografía en pañales y con la mano agarrada a una botella de champán.
Un cartel robado cerca de la cima del Mandoegi.
Alguno construyó un universo literario a partir de una magdalena. Hoy he tenido tentaciones literarias con mi mesita de noche, y todo ha quedado reducido a esta entrada. Investiga tu mesita, a lo mejor hay una novela. O dos.
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6 comentarios:
Duermo en una cucheta y por eso no puedo escribir novelas. Pensé en construir una mesita de dos pisos -una para mí y otra para mi hermano-. Y finalmente poder escribir novelas. Pero no iba con la estética del cuarto.
Por ahora sólo leo. (Hasta que me cambie de cuarto.)
NachoG.
¿Dónde está el despertador? ¿Y la bacina? No veo el móvil ni la jofaina.
Jofaina, jofaina, jofaina.
Jofaina, jofaina, jofaina... está bien, estoy dispuesto a incluir la jofaina. Pero antes que un móvil prefiero una bomba marca ACME.
He ido corriendo a la mesita y me he llevado bastantes sorpresas.
Una navaja, un cortauñas, un recorte de periódico con la cara de Pepe Isbert disfrazado de cow-boy, ese libro de Zoshenko en el que sale una Nairobitarra en la cubierta, medio franco tunecino, una cámara de fotos de usar y tirar que debió ser revelada ¡hace dos años!, tarjetas de plástico inútiles (cliente de Caprabo y cosas así) y un papel en el que vienen tres listas: 1) recomendaciones tuyas de libros para Periodismo Literario (Wolfe, Chejov, Perec, Kapuscinski, Vittorini, Vila-Matas, White, Capote, Bryson, Kermoal...). 2) "falda blanca, bolso negro, buscar naranja", y 3) una lista de ciudades y países con la que se podría trazar un viaje sucio: Guarromán, Warrington, Meaux, Cerdeña, Cracovia, Kaka, Sudán, Buenos Aires.
Nunca me había fijado tanto en mi mesilla. Tú has acabado pronto tu enumeración, la mía duraría horas. Voy a ordenar.
yo empujé mi escritorio contra la cama y lo uso de mesita de luz. arriba va la ropa para mañana. un libro, dos drypens (jamás los uso, pero siempre están ahí), un frasquito de alcohol, y una crema para amasarme los rulos.
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