viernes, agosto 04, 2006

La nueva mesita de noche


Será durante dos meses. Está en un séptimo piso de la calle Hugo Pratto, en Montevideo, Uruguay. Y era la de Ana Inés y Javier... Pero ya la he transformado.
Hay un pasaporte.
Un libro que no consigo terminar (me duermo, son cinco horas de diferencia horaria con España).
Un pañuelo de pingüinos, seguro que Jimena me recomendará que no me lo ponga para no hacer el ridículo. (Ella vela por mi deplorable imagen pública). Y a propósito de pingüinos: siento una conexión ¿telúrica, astral, pingüinesca? con las letras enredadas.
Unas gafas de sol baratas.
Una bolsita con monedas uruguayas y argentinas guardadas hace ocho meses.
Una cartera.
Una cajita con tapones de cera para los oídos (que siempre llevo en los viajes de avión para descansar ante los roncadores trompetistas).
No me creerán, pero las botellas son un saludo: de aceite y tinto a Jaime (y a Simón). De moscatel a Vicky. Con un clic sobre la imagen se demostrará mi navarrismo militante.
Y cerca una lámpara.

A estas alturas, ya espero un perfil de mi persona al estilo de "Mentes criminales". Sobran elementos de juicio.

10 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Tú lo has dicho: sobran.

Intento ampliar la foto para ver qué libro no puedes terminar (¿porque tienes sueño o porque te da sueño?). Pero por ahora no lo consigo.

¿Hugo Pratto? Venga ya, Corto Malteso, ¿hace esquina con la calle Hergé?

Anónimo dijo...

Vaya vaya, yo diría que eso es más una 'bodeguita de noche', o una mesita mueble bar. De todas formas hay que reconocerte el mérito de haberte pasado momentáneamente (o no) al lado oscuro -por el color tinto, más que nada-, al navarrismo militante. Chivite, Ochoa y además crianzas... que exquisiteces. Un bonito saludo, el de nuestros mostos, para llevarlo hasta allí. Sólo te ha fallado el aceite, llega a ser de olivas forales y sería el éxtasis de la navarrería.

Para el perfil de mentes criminales me gustaba más el cartel de Mandoegi, realmente la anterior mesita era un refugio de liebre. De todas formas, todo esto es envidia, tu ya tienes 2 mesitas (equivalente a 4 novelas) y yo ninguna. Creo que miraré ahora mismo un catálogo de muebles de dormitorio haber qué encuentro.

Un abrazo

P.D.: ¿El aturdimiento?

eresfea dijo...

Sí, El aturdimiento. Y no fue algo buscado.
Abrazo.

IMANOL dijo...

Esa mesita de noche, intacta no va a durar mucho tiempo.

gusiluz75 dijo...

Qué envidia, eresfea. Yo en Calpe escapando de mi madre que quiere subir, (¿otra vez?) el peñón. Este año tengo dos excusas: la crisis tipo paciente de House (por cierto, el otro día leí cómo acababa la segunda temporada en la revista de la TDT de un bar de aquí, qué puñeta) y las dos veces del año pasado (con Amaia Ozaeta y con Lucía alias "Kilimajaro sin decirme que se iba"). Las dos a velocidad de rayo y con la lengua fuera. Mi madre 200 metros por delante. Hasta el 2007 me niego a subir de nuevo.
Besos a todos los uruguayos compartidos incluidos los de adopción.

Ander Izagirre dijo...

No, nada, yo sólo pasaba por aquí para romper el "5 comments", porque lo llevas clavando en todas las entradas del blo últimamente.

eresfea dijo...

Ya puestos..., que sean siete.

Anónimo dijo...

¿Pañuelo de pingüinos? No hace falta la recomendación, nadie se atrevería a tanto. Aunque, al verte orgulloso con el ojo de perdiz, ya no hay nada que me sorprenda.

Anónimo dijo...

Me alegro mucho que hayas vuelto a estas latitudes. Gracias nuevamente por Marcovaldo,me acompañó mucho en un momento muy duro de mi vida(el lunes 7 falleció mi padre)fue mi lectura durante su cuidado.Lo cuidaré como un gran recuerdo.Y no te pongas el pañuelo que Duquito sabe mucho de imagen.Un gran abrazo. Ali

eresfea dijo...

Un fuerte abrazo, Ali.
Y mi pésame.
Es más que hermoso cuidar a quienes nos cuidaron, es parte de una deuda de cariño que no se termina de saldar jamás.

Y no, no me pondré el pañuelo, sólo era una provocación boba (como tantas otras...).