jueves, diciembre 21, 2006
Agujeros negros
El experimento. Si se coloca a un pesimista, infeliz, amargado, oscuro, deprimido, asqueado, agobiado… entre cuatro o cinco felices, se comprobará cómo quedan neutralizadas las risas, la confianza, la alegría del grupo.
La primera conclusión. La mala sangre no se diluye en el buen humor ajeno, más bien lo contamina sin perder un ápice de su concentración (efecto anchoa o pepino en la ensalada).
Un poco más allá. Éste es uno de los desequilibrios humanos más extraños que conozco: la imposición de la infelicidad. Los agujeros negros más eficaces consiguen que la felicidad ajena viaje en el tiempo y se instale en el pasado. Logran, también, que el tránsito de los días sea un camino minado entre precipicios.
Como son incómodos para los demás y para ellos mismos, les recetan pastillas.
P.D.: La fotografía no tiene nada que ver con el texto. Éste es un truco muy hábil que me enseñó Andoni.
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15 comentarios:
Había leído "les recetan patillas" y no me parece una mala solución.
Ay.
Ay (bueno, ya lo había dicho).
Sé que las recetas no sirven, pero a veces pueden ayudar. Recuerdo en una nebulosa una receta de Santo Tomás para apaciguar el sufrimiento que aconsejaba: el regocijo propio, llorar, consuelo de los amigos, dormir bien y bañarse, para que el cuerpo retorne a su estado armónico, pasear, escuchar buena música, beber vino, o comer bien para deleitarse y distraerse. Yo agregaría bailar.
Beso y abrazo fuerte.
P.d: Nunca experimentaste hablar sin sentido a una persona con la que no querés hablar, pero igual te conversa.
Linda imagen: me hace acordar a Platero.
Un editor de mi diario tienen pegada una frase en su pc: “los optimistas son peligrosos y dañinos”.
La cita es de Giovanni Sartori, y su contexto está en una entrevista de El País de Madrid: “Los pesimistas somos útiles, mientras que los optimistas son peligrosos y dañinos. Si uno es pesimista y advierte de los peligros, obliga a reflexionar, y tal vez contribuya a que se resuelvan los problemas. Los optimistas, en cambio, dicen que todo es maravilloso, que no hay que hacer nada, y los problemas llegan”.
Cada vez creo más que los pesimistas, en el fondo, son los más optimistas de todos.
Chans, dicen que un pesimista es un optimista bien informado. Yo creo lo contrario.
Leer autores pesimistas es distinto a convivir con un pesimista. Te los regalo Chans. Eresfea, a vos te regalo los pepinillos de las hamburguesas.
Anonetoy, golpe bajo (el del pepinillo).
Es verdad, Peter. Las mías han crecido a modo de vacuna con el afeitado de barba.
Elotroyo, todo la enumeración de Santo Tomás fue una excusa para contar lo de comer. Santo Tomás era un targaldabas, un Obélix medieval.
¿Este post te lo inspira Navarra 2007?
Gran ambiente el de hoy.
Me da miedo pensar con quién te has podido encontrar para escribir esto.
Tragaldabas, y no targaldabas... Son estas pastillas, que me atontan
Si serás racista Eresfea. Que sean pesimistas no quiere decir que tengan que ser negros.
Mousiké: no te vayas a poner enfermo por comentar en dos blogs el mismo día.
Hay que cuidarse.
Nomeacuerdo, son legión.
Anonetoypeleador, los agujeros son negros y las enanas, blancas.
Mousike, sí, sí, sí..., un truco de Andoni.
Uyyy, todo lo que te diría.... mejor me callo.
Sí, es cierto. Por eso no hay darles pelotas.
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