El domingo, Asun, Pilar y yo salimos de Satrústegui (pueblo) y empezamos a recoger pacharanes (arañones, endrinas). Cedimos ante la tentación de los regalos de la naturaleza. Este septiembre que termina es el del pacharán; en buena parte de la Navara húmeda hace casi veinte años que no veía los endrinos así de cargados.
Lo malo de recoger mucho pacharán en el valle es que luego lo tienes que subir monte arriba. Subimos a Satrústegui (collado) y desde allí, cebada la ilusión con las posibilidades micológicas del valle de Ollo, descendimos al valle. Recogimos más pacharán. Almorzamos y ascendimos al monte señalizado como Satrústegui en el buzón, que en realidad es Idoitxiki (1.272).
En la fotografía de Pilar, se ve el tramo de El Cascajal previo a la cima de Idoitxiki, con Txurregi y parte del valle de Ollo al fondo.
En la cresta, el viento del norte empujaba con volteretas, azotaba caprichosamente lo pasos y se hacía muy incómodo caminar. Descendimos por el camino compartido hacia Irañeta y Ihabar, hasta que tomamos la opción de Ihabar. Más pacharanes.
De vuelta en Satrústegui (pueblo) teníamos en las bolsas más pacharanes de los que sospechábamos (esto se comprobó al día siguiente, al embotellarlos con anís), teníamos también las primeras setas de cardo de la temporada, y ganas de tomar algo caliente. En el Berekoetxea de Gorriti cayeron dos caldos, un café y una discusión. La discusión llego a apuntar si deberían prohibirse los concursos de mises; esto, dicho así, suena extremo, pero la idea es hasta qué punto esos concursos ofenden la imagen de la mujer o premian algo que no se conquista con esfuerzo (la belleza), o son un digno trampolín profesional.
3 comentarios:
Lo "peor" de recoger endrinas en Navarra es que luego te ves obligado a hacerlo (fácil), y a los meses, a beberlo (más difícil, a no ser que uno tenga muchas cenas con amigos en casa).
No sabía que había concursos de llamar a los gatos.
Mis, mis, mis, mis,...
IK, siempre queda la opción del regalito cumpleañero, los que cumplan en diciembre o enero ya tienen regalo.
Sergio, me da un espeluzno casi felino escribir "misses".
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