Viernes 10 de septiembre.
La subida a Baciás (2.758) desde el balneario de Panticosa (1.636) es de las que hacen afición montañera: llevadera, con un punto de exigencia, granítica y con hermosos paisajes que se abren poco a poco. Además, en este septiembre, los primeros trescientos metros de desnivel parecen sembrados de arándanos. Muy ricos.
La imagen no es del Baciás. J. jugaba con la cámara y con la luz en la bajada, y ahí tenéis el ibón embalsado de Brazato. Al fondo, más bien a la izquierda, la cima doble de Brazato (2.731, el de la derecha es más arisco, más rocoso), y un poco a la derecha del montañero se ve el Serrato o Tablato Piniecho (2.701), una montaña preciosa para ascender con algo de nieve.
"Subir" o "ascender". A veces dudo en la elección... Hoy no.
Sábado 11 de septiembre, cumpleaños de Juan de la Cruz Martínez Pérez.
J. y yo disfrutamos la ascensión a Midi Ossau (2.884) en un día luminoso desde el aparcamiento de Anéou, y salvamos con agilidad (sin cuerdas) las tres chimeneas de la vía normal.
(Ojo, el señor con casco que posa sin saber que posa, salvada la segunda chimenea, es un extra fotográfico).
En la cima, poco después del mediodía, cantaban a coro unos franceses, almorzábamos la mayoría, se ponía la gomita del pelo la chica de la imagen... (y ahí estaba J. al más puro estilo captador de instantes Cartier Bresson).
Una montaña torre como el Midi casi siempre invita a la contemplación. Sobre todo con el horizonte despejado.
Y a mí siempre me apena un poco abandonar esa altura.
Descendimos más rápido de lo que ascendimos. Y me acordé de otros muchos con los que ascendí a esta montaña: mirad, mirad a algunos.
P.D.: Las tres fotografías son de J.
4 comentarios:
Precioso (el post, no tú).
¡Vaya rubia! ¡Debería haber estado remando en la Concha!
Recuerdo que anocheció pronto, en plena bajada. Fue la primera vez que te vi caer en terreno. Muy divertido.
Jo, Majo, hay que ver con qué se amasan los recuerdos... Que una bajada épica como aquella quede fijada por mi caída...
Publicar un comentario