lunes, febrero 04, 2013

Akaitz Txiki 2 (la cueva) y Sastarri (la otra cima)

El tema de los espeleotemas.
Recuerdos al Pinocho de Disney. Quien se haya imaginado alguna vez de viaje en el estómago de una ballena (¿cualquiera?), probablemete sabrá que la columna vertebral del cetáceo hace la veces de quilla (o sobrequilla) y que las costillas son como las cuadernas del casco de un barco invertido. Algo de eso se ve dibujado en la roca de la galería de Akaitz Txiki 2.


El viernes 1 de febrero, Patxi y yo intentamos dibujar un ocho por montañas "menores" de Aralar, entre la presa de Lareo y el entorno de Enirio. Tres objetivos en mente: encontrar la cueva de Akaitz Txiki 2, visitar la cima de Akaitz Txiki, buscar la salida más llevadera del collado entre Leizadi y Agaotz para caer a Bostbideta (por "el magnífico camino tallado que sube al collado Agaotz", según escribe Javier Urrutia en Mendikat).
Todo fue acorde a las previones hasta el collado de Aralegi, donde dejamos el coche ("todo" equivale al sublime redesayuno en Lazkao). Después, la práctica se impuso a los proyectos y trazamos una ruta que cumplió con la cueva (me obstiné...), dejó atrás el propósito de cima en Akaitz Txiki y Agaotz, y se centró en recorrer Sastarri al pie de la faja caliza que lo defiende por el norte. Avanzamos por terreno húmedo y, sobre todo, blando, fuera de senda pero con huellas de animales. Buscamos (y encontramos) un punto débil de la roca para acceder a la parte alta de Sastarri. Llegamos al antiguo vértice geodésico del que sólo quedan los hierros del encofrado retorcidos (¿escultura o incultura contemporánea?). Cresteábamos hacia el buzón de Sastarri cuando encontramos nuevas vías exploratorias: al este del buzón, un punto débil en la muralla permite bajar hacia Enirio con facilidad. Primero una fuerte pendiente herbosa, sigue el descenso entre alerces y suelo complicado (zarzal incipiente) y muy pronto una senda creciente con un zigzag alcanza la pista que pasa por la fuente de Itxusti y el collado de Aralegi.
Capítulo aparte merece la cueva de Akaitz Txiki 2. La primera valoración después de la visita es que hay que llevar niños allí. La segunda es que se trata de llevarlos (y sacarlos) porque creo que serán felices, no porque me haya brotado un instinto de ogro. La tercera, que no os fiéis de las imágenes satelitales con dibujito de cueva que aparecen en internet; es fácil encontrar Akaitz Txiki 2 (o Akaitz Txikiko kobea 2) si se se sube desde la pista del embalse de Lareo con las indicaciones publicadas por Aranzadi (y, de paso, se aprende de las calizas urgonianas de Aralar). Por último, hay un laguito final, algunas estalactitas, y no vimos murciélagos.

2 comentarios:

IMANOL dijo...

Akaitz txiki1 es tan bonita como la 2, de menos desarrollo pero profusa en espeleotemas y está muy cerca de la 2, que no termina en un laguito final, tiene 3 lagos, largos pero poco profundos... me temo te perdistes los mejores espeleotemas.

eresfea dijo...

¿Tres largos lagos? Vaya, vaya... Habrá que volver. Pasamos zonas encharcadas como la de la fotografía. No sé si el lago que consideramos el último (he escrito "laguito") es el primero de los que tú dices o el tercero.