miércoles, mayo 20, 2009

Resistencia


Caminaba por el bulevar. Mañana soleada, 14ºC, bastante gente compartía mi propósito, no mi ritmo: 6,5 km/h. A esta precisión se llega después de mucho caminar.
Entonces un tipo salió de una calle perpendicular y se colocó a mi derecha. Exactamente al mismo ritmo. No le miré a la cara. Mantenía una distancia provocadora, casi dos metros en paralelo, como si avanzáramos por las calles de una piscina. Una sola sombra. Los demás quedaban atrás, los cazábamos en nuestra marcha paralela. (Excepto un corredor y tres ciclistas que pasaron pedaleando). Dejamos atrás, incluso, un chucho blanco, grande y juguetón, que cagaba en el radiador de un Mercedes.
Nos deteníamos en los cruces, esperábamos el cambio de semáforo o el paso de los coches. Reemprendíamos la marcha. Podría haber frenado y haber dejado ir a mi caminante paralelo, podría acelerar hasta 7 o incluso 7,5 km/h. Pero, ¿por qué tenía que cambiar mi ritmo? Eso hubiera significado un reconocimiento más complejo que la victoria o la derrota. Así que decidí aguantar. Llegamos a la rambla, ambos doblamos hacia Pocitos. Siguieron cayendo los kilómetros, y notaba la espalda y el pecho húmedos. Pero él no cedía.
Entonces nos miramos los dos a la vez, un segundo. Sudábamos.

P.D.: La ilustración me la ha enviado J. Tengo también mucho que agradecer a Sergio.

martes, mayo 19, 2009

Cerca de Anayet

El sábado, Lucía, Patxi y yo confiamos en la mejoría del tiempo y salimos desde cerca de Rioseta, para subir por Canal Roya hasta la cima de un Anayet.
Nevaba un poco, pero habían prometido claros por la tarde.
En el último collado de Anayet, tuvimos dudas: ¿pico, 2.545, o vértice, 2.559?
Y optamos por la bajada del lado oeste, una retirada porque la nieve estaba demasiado floja.
Al final, entre sube y baja, fueron ocho horas de montaña esforzada.




Posado de Lucía y Patxi.


Lucía, junto a la cascada.

miércoles, mayo 13, 2009

A vascos no nos gana nadie (4): la montaña más alta

La montaña más alta es algo que, por alguna misteriosa razón, preocupa mucho a algunos patriotas que la exhiben como un mérito personal (aunque no la conozcan ni la quieran subir).
El francés dice satisfecho:
-4.808, el techo de Europa.
(Y el Mont Blanc no es el techo de Europa, pero…).
Y el argentino replicará con digno orgullo:
-6.962.
Y el nepalí sonreirá enigmáticamente.
Las alturas y las temperaturas extremas coinciden en este orgullo de pandereta. En Siberia, por ejemplo, a medida que se avanza hacia el norte, en cada pueblo no tardan en dejar caer con orgullo una temperatura invernal más baja que el vecino del sur. Como si el mérito del frío correspondiera a cada ciudad y sus habitantes.
-Aquí, -30ºC… -dirá tiritando de satisfacción un vagabundo de Tiunmén.
-Bah, -40, fácil, fácil –replicará el hombre témpano de Surgut.
Y así.
Atentos, porque la cuestión de las alturas, como todo lo vasco, es difícil. Me apoyaré en la explicación previa de la geografía y los números.
La montaña más alta del País Vasco (3) es el Aizkorri; en realidad, una de las crestas del macizo del Aizkorri, el Aitxuri (1.551).
La montaña más alta del País Vasco (4) es La Mesa de los Tres Reyes (2.428), la más alta de Navarra. Dicen “La Mesa” (nombre más popular que Erregeen Mahaia).
Pero la montaña más alta de los vascos, de Euskal Herria (6 ó 7) es el Anie (2.507), casi en Zuberoa (gracias, Ander), casi en el lado vascofrancés.
Recomiendo Aitxuri para el paseo otoñal, desde San Adrián; La Mesa de los Tres Reyes, desde el refugio de Linza, entre el 6 y el 14 de julio; Anie, desde la Piedra de San Martín, en invierno, con nieve dura.

martes, mayo 12, 2009

Hielo


Cuando mamá murió, mi padre hizo todo lo posible por mantenernos a flote a mí y a mi hermana Anne. Pasamos tiempos difíciles. Hipoteca, rentas atrasadas y todos esos líos. Nunca vi caer una sola lágrima de los ojos de mi padre. Pero las cosas mejoraron y el viejo consiguió una casa sobre el lago Bulrmont en la ciudad con el mismo nombre. Los veranos eran cálidos y aburridos, ya que éramos los únicos que nos quedábamos en el pueblo porque mi padre no se tomaba vacaciones. Con Anne nos llevábamos bien (yo soy dos años mayor). No éramos tal para cual. Pero nos queríamos.

El invierno de mi decimoquinto cumpleaños mi padre me regaló un par de patines de hielo para estrenar en el lago que se petrificaba apenas comenzaba la estación. Por supuesto mi hermana también tuvo su par. Nunca antes habíamos patinado pero el solo hecho de tener algo que hacer nos alegró el día.

Los dos entramos al lago de la mano. Luego de un par de minutos de caídas involuntarias, conseguimos soltarnos. Mis movimientos eran torpes, como si siempre buscara algo donde sostenerme. Anne lo hacía de maravilla. Luego de una hora, conseguí trasladarme sin problemas por la pista. Avancé hasta lo profundo del lago. Siempre me pregunté qué diablos habría en él. No tenía ni idea de si había peces u otros animales. Me sentía Jesús dando mis pasos por el agua y diciendo a los demás, “vieron, soy el mesías”.

SIGUE AQUÍ.

P.D.: En la imagen dorsal, el autor: I.B.
Si alguien quiere saber su nombre, que se lo pregunte vía blog.

P.D.2: Ander me envía la imagen. Pescadores en la bahía congelada de Ammassalik.

P.D.3: Y como me recuerda Ander en uno de los comentarios, debo recordar que la foto groenlandesa es de Dani Burgui, un grande.

Domingo montañero y setero

El domingo, Asun, Karmele, Lourdes, Pilar, Ángel, Patxi y yo recogimos perrechicos (y coprinos, y senderuelas, y champiñones, y setas de cardo) y los cocinamos en el monte, nos detuvimos para ver las ranas y para oírlas croar (Pilar las grabó), recogimos tomillo en flor, subimos a los Altos de Goñi.

En la galería de imágenes:
Su majestad primaveral, el perrechico (antes Tricholoma georgii, ahora Calocybe gambosa).


El buzón de los Altos de Goñi, a mitad de camino entre un gnomo y cierto personaje de la Pantera Rosa, ¿recordáis? (Identificadlo aquí).


Último descenso, a punto de llegar a Senosiáin, tras siete horas de excursión, Patxi Ingalls, el primero de la pradera (también fue el primero en la cima/pradera de Goñi).



P.D.: Peter, el setal de perrechicos era de padrenuestro y tres avemarías. Tú me entiendes.

martes, mayo 05, 2009

Ésta es la publicidad que me provoca ahora en televisión

Sonrisas: "Respuesta profesional". Telefónica (MAJ lo sabe), ha tocado el cielo con este anuncio /aviso.
Intimidad escachada (la mía): Flex. Anuncio/aviso parto en casa. Hago záping cada vez que lo encuentro en televisión, debo de ser muy tiquismiquis, pero a mí me duelen los ojos cuando la gente ofrece tanto de su intimidad. No me sirve ese tono de documental. Es gente de la que no conozco nada, aunque le metan los deditos al piano para guiarme melódicamente por las imágenes. ¿Soy el único que cambia de canal en cuando asoma el anuncio/aviso?
Lejana cercanía. Aportación montevideana: Axe y ojos locos. La versión que se emite ahora en la televisión española está recortada: arranca con la brevísisima imagen de los edificios y la escena de la playa de Pocitos, luego sigue la escena del colectivo y termina con el feliz desenlace del paseo.

P.D.: Clic, clic, clic.

Bisaurín: memorable

El horizonte, el gran azul.

Álvaro en la pala, de bajada.

El domingo, Asun, Lourdes, Álvaro, Patxi y yo disfrutamos de un día memorable con la ascensión a Bisaurín (2.670).
En la cima tomamos una botella de Protos, daiquiri (con nieve) y licor de manzana silvestre de elaboración casera. Luego, en la bajada, algunas piernas iban... suaves.

P.D.: Ese mismo día Javier también estaba allí. Ese mismo día cumplía años Eileen.
P.D.2: Fefi, tú sabes.

Ezkaurre: venerable


El sábado, Asun, Lourdes, Álvaro, Patxi y yo subimos la peña Ezkaurre (2.050) desde Arguibiela.
Como podéis ver, hay una fotografía clasificada X (con las piernas), al borde del precipicio.
La otra imagen corresponde a la mesetilla cimera del Ezkaurre. Siempre que subo a Ezkaurre recuerdo el adjetivo que usó Angulo en su guía para describir esta cima: venerable.

jueves, abril 30, 2009

Gorileando


Espero que disfrutéis conmigo de esta viñeta que me encontré en La Vanguardia, en la sección "Vivir", el martes 28 de abril.
(Me sentí identificado con los dos personajes).

miércoles, abril 29, 2009

Para el urbanita, la clave es la posibilidad


¡Puedo conocer más gente diferente! (Y no la conoces, o no es tan diferente). ¡Puedo ir al teatro! (Y no vas). ¡Puedo ir al cine! (Y no vas). ¡Puedo hacer deporte en unas instalaciones deportivas de puturrú de foie. (Y no haces). Puedo ir a la gran superficie comercial a comprar donde hay de todo. (¡Eeeeeeso sí!, ahí sí que vas. Y compras, pero poco, porque descubres que no puedes gastar tanto como quisieras, ¡maldita sea!). ¡Puedo comunicarme con todo el mundo! (Móvil, Chat, Facebook…), ¡y creo que comunico loquellevodentro!

DIGRESIÓN: ¿alguien se creyó alguna vez a los traductores de las señales de humo?

Y cuando ves un hospital piensas que ahí es donde puedes curarte si enfermas.
Yo, perdonad que os diga esto en pleno júbilo primaveral, cuando veo un hospital, pienso que tengo muchas posibilidades de morir en un lugar como ése, quizá tantas como tú.

P.D.: La fotografía es de Pilar, y de los huevos en un nido de verdecillo (cuatro posibilidades). Gracias Pilar, qué grande el macro.