sábado, septiembre 29, 2007

Regalos



Ayer recibí un regalo enorme de mi difunto amigo y maestro Peter. Me lo entregó Javier.
(Sí, tenía que ver con hongos).
Y hoy, en un hayedo de Eugui (Navarra), he recogido la reina de la setas: la amanita de los césares, gorringo o kuleto en euskera.
(También he recogido pacharanes -endrinas, arañones- y esta tarde preparo el licor con ellos).

Antes y después



Vuelve el Robasetas.
Día 26, despega el avión de Montevideo.
Día 27, aterriza el avión en San sebastián.
Tarde del 27, escapada a los alrededores del monte Santiagomendi. Zizas (Cantharellus cibarius), rovellones (Lactarius deliciosus) y muchas castañas (castañas, sí, castañas).
Las imágenes son de los rovellones, el "antes" y el "después" de un setal. En la del "después", se puede ver a mi compañera Kioto II (sí, hubo una Kioto I), obsequio de Lucía. El detalle: los rovellones "sangran" al cortarlos y la navaja aún tiene la huella de esa sangre fúngica.

P.D.: Incrédulos, haced clic sobre la imagen y fijaos en el filo de la navaja.

lunes, septiembre 24, 2007

Alusión a los orígenes: eresfea

Algunos dicen que ninguna mujer es fea. Bueno... Propongo como ejemplo a Catalina de Erauso, una donostiarra con una vida apasionante. Apasionante, sobre todo, para leerla, porque vivirla en la propia piel es otro cantar.
No crean que es un tipo de mujer vasca perdida en la noche de los tiempos. Su corte de pelo, a golpe de hacha, por ejemplo...

domingo, septiembre 23, 2007

Odio las alambradas


Mi difunto abuelo las usaba, en la guerra (la de España, 1936-1939), para colgar las ratas que cazaba con lazo en las acequias. Sobre la alambrada, las pelaba y las destripaba. Luego, el mismo alambre retorcido que enrollaba las ratas hacía las veces de parrilla.
(Quizá por eso no me creí Ratatouille).
Como caminante libre, odio las alambradas. Aunque en ellas se pose un jilguero o esa libélula.

martes, septiembre 18, 2007

Otra vez Dovlátov

Hace unos días releí de nuevo una de esas preguntas que asoman en las entrevistas breves a famosos. "¿Y qué personaje de ficción le hubiera gustado ser?". Me quedé pensando. Y me respondí: el Dovlátov que escribió Dovlátov en El Compromiso.
El texto que sigue es el arranque incompleto de El Compromiso, ocupa las páginas 13 y 14 de la edición de Ikusager, una joya publicada en noviembre de 2005:

"...Y me quedé sin empleo. Quizá debería aprender el oficio de sastre. Me he fijado: los sastres siempre están de buen humor...
Me tropiezo con Loguínov, de la televisión:
-Hola, ¿qué tal?
-Ya ves, buscando trabajo.
-Hay una vacante. Diario El guardián de la patria. Apunta este apellido: Kashirin.
-¿Uno calvo?
-Kashirin: periodista veterano. Una persona... bastante tierna...
-La mierda -digo- también es tierna.
-¿Le conoces?
-No.
-Pero hablas... Apunta su apellido.
Lo anoté.
-Deberías vestir como Dios manda. Mi mujer dice que si vistieras como es debido...
Por cierto, su mujer me llamó de repente y... Pero ¡alto! Estamos entrando en una materia compleja y emocionante que nos alejaría demasiado de nuestro relato.
-Cuando gane dinero vestiré mejor; me compraré un sombrero de copa...
Saqué mis recortes de prensa. Seleccioné los que más merecían la pena.
Kashirin no me gustó: rostro gris, humor cuartelero.
Mirándome, dijo:
-Naturalmente usted será apolítico, ¿verdad?
Asentí culpablemente. Con cándida idiotez añadió:
-Veinte personas han optado a este puesto. Hablaban conmigo y... no volvían a aparecer. Al menos déjeme su teléfono.
Le di el teléfono de una tintorería casualmente grabado en mi memoria.
Ya en casa, volví a mirar los recortes. Releí algunos. Reflexioné..."

Fruto de esa reflexión, tras esta apertura, aparecen doce mentiras periodísticas escritas por el autor entre 1973 y 1976, en Tallin (Estonia), y la historia real de su elaboración. Son doce compromisos, doce trabajos de un absurdo hercúleo.

P.D.: La imagen muestra que, mientras en español contamos con cuatro obras traducidas de Dovlátov, en EEUU te venden hasta VHS y DVD en ruso. ¡Ostras!

lunes, septiembre 17, 2007

Cuando se pierde el miedo al ridículo...


...y se provoca la vergüenza ajena.
"Eres un amargo, eresfea", me dicen. Sí, puede que sea así...
Algunas ideas al tuntún:
1. ¿Quién eligió el verde para el "abuelo"? ¿Lectura subliminal de viejo verde?
2. Sospecho que la mano de algún HdP (Hijo del... Padre convertido ahora en abuelo humillable públicamente) está detrás de la pancarta. Quiero pensar en un mundo bueno, donde los nietos no son capaces de tanto.
3. La moto y la puerta abierta del auto ya anuncian la fuga. (La única opción posible, abuelo). Creo que ha optado por el auto.
4. Esta pancarta es sólo un ejemplo de una moda montevideana, la fotografía fue tomada el pasado viernes en Pocitos (pero esta plaga se extiende pegajosa como el caramelo hirviendo, por Punta Carretas y Carrasco). ¿Alguien podría decirme si en barrios más pobres como El Cerro o La Teja también se encartelan con semejante cursilería los sentimientos?
5. Salta a la vista que los diseñadores disfrutan de un gran futuro laboral en Montevideo.
6. Todos sabemos que la pancarta encierra, además, dos grandes mentiras: no es el "mejor abuelo" del mundo (todos conocemos al menos a uno mejor); no es, no será, "el mejor de los cumple". Esperemos que no le dé un síncope al viejo; confiemos en que sea portador de esa cursilería sin gusto que muestra su descendencia, así podrá aguantar hasta el año que viene.
7. No alcanzo a comprender por qué las "estrellas" son verdes (quizá un artista de verdad como J. me ayude), pero lo que se me escapa en este contexto "felicitativo-informativo" son esas motas amarillas, ¿huellas de felino?

Basta.

Primavera cernida



Sigo en la calle Soca, bajo el mismo lapacho. Pronto me iré al otoño.

viernes, septiembre 14, 2007

La primavera se cierne sobre Montevideo


Por más que disfrutamos/padecimos cuatro días con temperaturas superiores a los 28ºC en el cierre del invierno, hoy, viernes 14 de septiembre, ha empezado la primavera: florece el lapacho en la calle Soca, rompen los brotes verdes de los plátanos montevideanos (tienen algo de cuadro impresionista en la lejanía).
El día es "pesado" (léase húmedo y cálido en el resto del mundo). Ha llovido. La primavera..., eso, la primavera.

jueves, septiembre 13, 2007

Costumbrismo: Jamie T - If You Got The Money


Debo a Beatriz un descubrimiento, y una ratificación.
El descubrimiento es musical. Ahí está el vídeo (ojo, el primero que cuelgo por aquí). La ratificación: los adolescentes son iguales en todas las partes del mundo.
En este vídeo se observa cómo los hombres dilatan su adolescencia en los ambientes de "diversión". Costumbrismo masculino, a cámara lenta. Podríamos hablar, además, del concepto "vergüenza ajena", desde la perspectiva femenina.

Urge otro vídeo musical de cualquier gordo que se vista con ropa de comando.
O el de un fulano que se suba a un auto deportivo y experimente el contacto de sus manos con el volante como una suerte de extensión de su masculinidad.
Ay.

miércoles, septiembre 12, 2007

La maldición de la flor dorada

Es una película china y lenta, de ésas que convierten en editor amateur al espectador (“yo hubiera cortado esto, esto y esto”). Además, las expectativas parten de películas como Tigre y Dragón, o Héroe (para mí, sublimes); y La maldición de la flor dorada no es mala, pero no llega a ese nivel.
La historia se reduce a una recamada intriga palaciega china ambientada en la dinastía Tang, en el siglo X. Reconozco que Chow Yun Fat, en el papel del emperador, adorna algunas escenas; mi favorita es cuando mata a un hijo a golpe de cinturón (era ancho el cinturón imperial…). Reconozco que las mujeres orientales merecen los primeros planos. Gong Li, que actúa como emperatriz, (¡qué gran invento el primer plano!) merece que llenemos el Estadio Centenario para hacer la ola. Pero nunca olvidaré el final, el más lamentable al que he asistido en un cine: una banda sonora melosa y anacrónica hasta la náusea, digna del peor restaurante chino con un diorama de cascada temblorosa que no moja, es como una de Locomía para terminar Juana de Arco; como pegar a un padre con una chancleta.