Otro
ruso. Pero qué ruso... Le dijo cositas así a
Stalin por carta:
"Sé que tengo un hábito altamente incómodo de hablar de lo que considero que es la verdad en vez decir lo que puede ser conveniente en el momento".
Un poco de atención en sus ojos.
Zamiatin tiene una de esas raras miradas capaces de ver al menos dos cosas a la vez. Sí, hoy estoy un poco enigmático, zamiatinizado. Dosificaré misterio e información. La editorial Las Tres Sorores ofrece la oportunidad de leer su obra maestra:
Nosotros. Compradla, leedla. Luego tal vez os riáis de lo que
Orwell escribió 29 años después.
2 comentarios:
Si la carta la recibió el mismísimo Josef, supongo que sería lo último que este chico escribió en su país, ¿no?
Cosas de la libertad.
Sí, creo que fue lo último...; pero no dejó de escribir. Por la intermediación de Gorki y la arbitrariedad de Stalin, consiguió un permiso de salida "temporal". Y se fue a París, como siempre hacían los rusos viajeros de buen gusto.
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