Vuelvo a la cita bibliográfica después de leer unos cuantos libros muy buenos y a la vez muy malos, libros de los que sólo hablo, pero no escribo. Sus autores destrozan demasiados límites y consiguen perturbar el sueño del lector (y eso que para perturbar mi sueño...). Así que reconozco, disfruto, mi censura.
No penséis, en cambio, que Bambi tiene algo que ver con la recopilación de la editorial Siruela Cuentos rusos, una excelente reunión de cuentistas contemporáneos rusos (me recuerda a la edición de Generación quemada, una muestra del cuento contemporáneo en EEUU).
Otra perla rusa: En busca de la armonía y otros relatos, de Natalia Tolstaya (Ed. Siglo XXI).
Más cerca. Hay que leer Crónicas desde Berlín (1930-1936), de Eugenio Xammar (Ed. El Acantilado); y un libro perfecto para releer y regalar: Flor de farola, de José Antonio Millán (Melusina).
P.D.: Un recuerdo para Kapuscinski (RIP). En vez de regodearnos con los perfiles post mortem, mejor leer El Imperio. Un homenaje.
P.D.2: La imagen es un clavel del aire, que no hunde sus raíces en la tierra. Se ven, incluso, colgando de los cables. Anonetoy me comprenderá... Y espero que en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (¡toma!) me disculparán por copiarles la imagen.
2 comentarios:
Me emocionó esa foto. Están por todos lados. Cada vez hay más.
La sexta fue la vencida. Encontré El Maestro y Margarita, pero no en Montevideo. Me fajaron, incluso el librero me dijo: "Y sí, no se encuentra fácilmente".
Por cierto, ¿cuándo venís? te tengo que encargar Flor de farola. Acá nunca va a llegar.
Yo importé uno como esos. Resistió más de 20 horas encerrado y comprimido. Ahora está feliz y sano.
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