viernes, junio 15, 2007
Tres uruguayos
El uno: Gardel, obvio.
Dos: Coelho. Su optimismo lánguido no deja dudas: Coelho, El Pablo, es uruguayo. La máxima “El universo conspira para que tú seas feliz” (versión casi cósmica y libre del "siempre que llovió paró" o "con el nuevo impuesto ganamos todos") pone final a una tradición de autores desabridos capitaneados por el fantasma de Onetti. Los uruguayos tienen otra onda (el fantasmonetti no tiene onda y su cuerpo nunca supo acomodarse adecuadamente los lentes), como el Pablito, ¿viste? Pobre Pablito, está desorientado en la imagen, como si no entendiera por qué cerraron salas de Cinemateca.
(¿Porque no empiezan nunca puntualmente las películas, porque agarras neumonía en la sala, porque proyectan películas diferentes de las programadas, porque se oye el subte fantasma -no hay subte en Montevideo, pero se oye en algunas salas de Cinemateca...-?). Me pierdo, me pierdo.
Recupero el hilo: todo bien, el Pablito, un valor, se compra unos bizcochos de membrillo y tá; el universo en plena conspiración.
Preparo el terreno para el tercero...
-¡Holaquetalcomotevá!
-Bien, por suerte.
La mayoría absoluta de los uruguayos está "bien, por suerte". Pueblo satisfecho que reconoce su fortuna...
Terreno preparado, llega el tercero: James Bond. Lanzo una teoría al aire (o al tapete): James Bond era un uruguayo suertudo, de Tacuarembó, obvio. Si no, ¿cómo se explican sus performances en los casinos, película tras película? ¿Cómo entender eso que vienen mostrando los medios de comunicación de que la casa (el casino) siempre pierde en Uruguay? Bo, James Bo..., por suerte.
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5 comentarios:
Jaja, sólo te falta aclarar que Gardel nació en Tacuarembó, Valle Edén, para ser más precisos. Y el ciclo se cierra.
Qué falta de respeto.
Falta el chengue...
Lo que si que sé es que James Bond se pateó Bilbao.
Seguro que ahora se siente Bilbaino.
Por suerte.
estuve pensando en algo para comentar, pero ante lo que tu dices miro hacia abajo y a la izquierda.
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