Termino de leer
Para mayores de cuarenta, de
Cather, el libro de ensayos (a mitad de camino entre la crítica literaria y el perfil) a propósito de literatos y literatura de un tiempo perdido (o ganado) anterior a las grandes guerras de la primera mitad del siglo XX.
Antonio me ha dejado el libro, aunque soy menor de 40. Quizá he pasado el filtro porque leo y reconozco los azafranes silvestres.
Sí, yo hubiera cambiado la portada del libro de
Cather, hubiera colocado una imagen de azafranes silvestres, flores de otoño. Sabores de otro tiempo.
19 comentarios:
Entonces muy poquitos del blog podremos leerlo.
Tú puedes, sintomático, tú también pasarías el filtro antoniano.
El olfato literario de Antonio, que traspasa las portadas. Buena- fuente.
Con esa tapa y ese título yo hubiera seguido de largo. Hay... la superficialidad...
"Sabores de otro tiempo" esa es exactamente la sensación que me provoca el otoño.
Tampoco es que te falta taaanto para los 40...jaja!
Salú!
Publi, si contamos desde la concepción, entonces sí he pasado la barrera de los cuarenta.
Coppelia, el tono del libro traslada esa melancolia de un tiempo que fue. Es una cosa otoñal.
Me parece que una vez te preguntabas por tus nietos y decías que eso sería cosa de tus hijos...pero si estás con casi 40 años, para cuándo estás dejando esa posibilidad?
Channnn, ese anómimo!
Publi, salado chan, aunque yo diría cri-cri, cri-cri.
Los mejores sabores son los que pueden llegar.-
Anónimo, tú tranquila/o, que ya me he apuntado a un cursillo especial donde instruyen a propósito de la abejita y el polen.
Eso, Anónimo, tranquilita/o. Las zarigüeyas también vienen de París.
Que si tranquilidad tengo, pero es una duda que tenía nada más.
Eresfea, lo del cursillo especial es tontería, que los hijos se hacen fácilmente lo más difícil es el conseguir con quién y retenerlo para toda la vida.
Hay quien quiere y hay quien retiene. Retiene recuerda a mordaza. Uy.
Amor dazados.
Y amor cillados amor discos.
Cierto.
(Tarde).
Me quedo con amor tiguador.
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