martes, agosto 19, 2008

Cazadores raros



El jueves 7 de agosto, Patxi y yo practicamos la caza en el trayecto de Betelu a Lizarrusti, por Aralar. Patxi posa en medio de ninguna parte junto a la cabeza de jabalí disecada. Yo, en el hayedo, no muestro el kilo de gibelurdiñas, rúsulas comestibles (vesca, aurata, olivácea y cyanoxantha).
El sábado 16 de agosto, Ángel, Imanol y yo íbamos a subir Putterri, de nuevo en Aralar. El camino nos regaló la oportunidad de las rúsulas “a navaja abierta” (otro kilo). Lo novedoso fue la ardilla joven que atrapamos viva y coleando. Cuando la soltamos después de la sesión fotográfica, coleaba lo mismo.

4 comentarios:

Sergio dijo...

¿Qué contará la ardilla a sus amigas?

Minerva dijo...

¡Ahh! Adorable. Suerte que no quedó atrapada dentro de la bolsa.

Arkadia dijo...

Qué lindo bicharraco

eresfea dijo...

Quizá que tres monstruos inmensos la acosaron entre las hayas y que, cuando la atraparon, la manosearon para dejarla en el mismo lugar. Absurdo, se mire como se mire...

Si es una ardilla lista, les dirá que necesita avellanas y nueces para recuperarse del susto (a ver si cuela).