Los zombis huyen de la lluvia. Escribo esto porque no vi a ninguno por la mañana del 1 de noviembre, día de Todos los Jálogüins y día de chubascos, y porque puede ayudar para su exterminio provocando lluvias con ioduro de plata (al estilo descontaminador olímpico chino).
Dirán los estudiosos de los zombis que soy un simplista y un dogmático, que trabajo sin rigor científico, porque sólo manejo la experiencia repetida dos años (2009 y 2010) en Irurzun (Navarra) y el libro Zombi. Guía de supervivencia; dirán, quizá, que estas criaturas migran, que no tienen por qué aparecer siempre en el mismo lugar el 1 de noviembre... Pero, para mí, la muchachada jalogüinera del amanecer en cafeterías tiene cierto repelús al agua, y más cuando viene con viento frío.
Qué flojera de zombis, dirá alguno. Pues sí.
P.D.: EGR trabajó viernes y lunes, con aprovechamiento.
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