Estamos de celebración, por Navidad. Y
Koro,
Lourdes,
Álvaro,
Imanol C.,
Imanol E. y yo cumplimos con la clásica excursión matinal del 25 de diciembre, también conocida como salida inter-banquetes. El primer propósito apuntaba a la cruz de Uzturre, desde Irura y con bajada a Izaskun. Pero nos pusimos más infantiles (aún) y decidimos una salida más fácil y resultona que recomiendo a los padres sembradores del vicio montañero en sus hijos. Poco después de Tolosa, nada más empezar el desvío que conduce a Azpeitia, hay a la derecha una salida que sube 7 km hasta Urkizu. Se sigue por carretera asfaltada un poco más arriba, y se gira a la derecha en el cruce que marca el caserío de Atrantxabesaletxe. El asfalto se torna pista cementada hasta cerca de la antena de Olamuño. Allí hay hueco para aparcar, a lo sumo, dos o tres coches. Ya estamos a una altitud de 750 m (aprox.) y el camino deja a la izquierda un hayedo mochado, y luego sube por el barranco (sendero) hasta una fuente nueva. Lizarbakarra queda a al derecha y se puede optar por subir por sendas borrosas (a lo loco, a lo loco...) Herniozabal (1.010) o Ubeltz (1.016). Nosotros subimos primero Ubeltz.
En Ubeltz: Val-Dieu Grand Cru.
De Ubeltz a Herniozabal.
Herniozabal.
En Herniozabal: el brindis de cava en copa que trajo Álvaro.
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