lunes, julio 15, 2013

Moleta (2.572) y Picos de la Tronquera (2.689, 2.666)

El cielo era esto (entre Tronquera y la Pala de Ip).
 Decía Pla que fumaba para encontrar adjetivos. También se pueden subir montañas. Ahí van dos nuevos adjetivos para el sábado 29 de junio: enmoletados, tronquerizados.
Lourdes, Pilar, Ángel y yo partimos de Canfranc Estación (1.250) y tomamos la variante de la GR11 por el canal de Izas. Nos fotografíamos ante la cascada Divina (a cierta distancia) y enfilamos por senda balizada hacia el ibón de Samán o de las Iserías. Es un camino precioso que salva las Iserías y eleva al montañero hasta un paraje que, por sí solo, ya merece una mochila de adjetivos encomiásticos.

Ángel ante la presencia Divina.
Puente de nieve sobre el helado ibón de Samán o Iserías.
Almorzamos como leones un poco más arriba, de camino al cuello de la Moleta. Luego subimos a la cima de Moleta y tomamos rumbo a la Pala de Ip.

Dándolo todo (¡arfs, arfs!). Atrás queda Moleta. Y en lontananza, Lecherín, Mallos de Lecherín...
Subimos los dos picos de Tronquera y decidimos que la Pala de Ip quedaba para otra jornada, que del collado bajábamos hacia el ibón represado de Ip, para dormir en el refugio no guardado, junto al dique (2.100).

Pilar a punto de entronquerizarse.
Lourdes, entronquerizada, ante la Pala de Ip.
Bajamos más o menos alegremente por la pala de nieve (excepcional en esas fechas) y llegamos al refugio (mesas y bancos; piso superior abuhardillado, con somieres y colchonetas, todo muy limpio).

Ángel, marcando la línea ante Collarada, la promesa del mañana.
Bajar, bajar... Qué bonito es el verano.

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