Había descargado ya lo que fui a descargar en el baño, cuando la cagué (con perdón). Pulsé la bomba de agua con dos dedos, ¡mal! Sólo puedo decir que me encontré tarde con la señal, y que, en mi proverbial ignorancia, ni sé qué peligro corrí.
Más tarde comprendí que debería retirar el flash de la cámara si hago fotografías en uno de esos baños en los que se comparten los espacios por arriba y la estampa de zapatos y pantalones caídos por debajo.
Imaginé al siguiente: quizá vio el destello del flash y luego se encontró con el cartel.
Sí..., todo esto es muy peligroso.
11 comentarios:
Salamanca. Facultad de Bellas Artes. Examen previo. Llego pronto, muy pronto. Me da el apretón. En la puerta principal pone prohibido pasar hata (y pone la hora del examen), pero está abierta. Entro. Doy con los baños ("uno de esos baños en los que se comparten los espacios por arriba y la estampa de zapatos y pantalones caídos por debajo"). Me siento. Alguien aporrea mi puerta. Me inclino temeroso: pantalones beiges, una porra.
- Seguridad, ¿quién anda ahí?
Tensión.
- ... yo...
Tensión
- Ah... perdón
Y se fue.
"Tensión". Je, je. ¡Y tanto que "tensión"!
El texto que acompaña a las señales: ¡por su seguridad, oprima el botón con la palma, no con los dedos!
Se abre un mundo de terrores.
Por otro lado, la idea sugerida de un retrete-fotomatón (¡bravo!) es digna de figurar en la lista apócrifa de inventos censurados de Leonardo Da Vinci, aquella lista de artilugios eroticomecanicoescatologicolúdicos
que empezamos a elaborar el Dr. V. y yo mismo (¡el penedalo, del que llegamos a dibujar un croquis!).
¿Y qué pasa si pulsas con dos dedos?, ¿sale un rayo fulminante de la taza que te destroza? Qué miedo da ir al baño...
He experimentado ese sistema del Aeroparque de Baires y puedo asegurar que si se aprieta con los dedos por la parte superior no se acciona el mecanismo (está trabado). En cambio, si se hace presión con la mano desde la parte inferior del botón, sale el torrente de agua.
Bueno, al menos es con la palma de la mano y no con el "bartulo", en cuyo caso y dependiendo de la altura en la que se encuentre la tecla, habría de hacerse unas cabriolas muy curiosas.
En Nueva Zelanda había una publicidad con 3 recomendaciones para el uso de los baños públicos. 1: Nunca toque el gatillo de la cisterna. 2. Lávese siempre las manos. Y 3. Nunca toque las canillas.
¿Qué es una canilla? Por estas cosas no viajo. No sé ni ir al baño.
Hipolipo:
Canilla es grifo. Y canillita no es grifito, sino repartidor de diarios (con una especie de sindicato mafioso en algunos lugares...).
Pues en Madrid hay un barrio que se llama Canillas.
¡Qué gran momento y qué miedo tiene que dar entrar a un baño y ver unas piernas y un relampagueo del flash salir por los extremos de las puerta del servicio! Y ver al tipo que sale después del baño. Si lo vieses desde fuera... ¿qué pensarías?
El cartel es genial. Intrigante. Y las indicaciones neozelandesas dan más miedo.
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