Había ambientillo veraniego en la peatonal Sarmiento, la nota original la ponía una manifestación (gente de San Rafael) a favor de la televisión pública de Mendoza. Y allí estaba la televisión pública de Mendoza para filmarlo en Mendoza: un cámara con el trípode armado, una presentadora y un tipo con un bolso. Pero no filmaron el perro indolente en clara posición pre-andina. No llamaba la atención a nadie.
(Y creo que hay lugares, mucho más al norte, donde alguien, presa del pánico, hubiera hecho el boca a boca al perro. Imaginad el susto del perro al despertar).
Se ha confirmado esa especie de endemismo del sueño (hasta que se desconfirme): en las regiones cercanas a los Andes, los perros pasan casi todo el día dormidos o durmiendo con postura de muertos, en cualquier lugar.
9 comentarios:
Eresfea ¿estás en Buenos Aires? Fui alumna tuya hace 2 años en Navarra y ahora estoy de regreso en mi país, Argentina, más precisamente en Buenos Aires.
Saludos,
Alejandra Cedrola (bastadepuntocom.blogspot.com)
Alejandra, qué gusto saber de ti. Pasé por Bs As hace unos días. Ahora estoy en Montevideo.
Abrazo.
¡Qué pena no habernos encontrado! Si vuelves a pasar por B.A. no dejes de contactarme alejandracedrola@hotmail.com
Abrazo.
¿Le pasa sólo a los perros andinos o también les pesan los párpados a las personas (o se les cierran los ojos)?
Alejandra, un abrazo para tí. Nosotros también coincidimos. ;-)
P.D.: Eresfea, ¿te refugias en el verano eterno? ¿Huyes del invierno guipuzcoano buscando el verano austral? Ánimo por Montevideo.
Más perros que personas, Caravinagre.
El verano... Y, sí, en días como hoy, llego a pensar que Julio Iglesias es mi héroe. ¡Hey!
Cuando quieras, te presto mi foto de Julio, así también tienes un recordatorio de NT.
S.
A ver, S., una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. "Llego a pensar", pero hay un trecho de pensar a guardar en préstamo la imagen sagrada de tu templo, je, je.
Abrazo.
Amén a los perros de sueño endémico, a los Andes y a los pardillos. Hace poco, en Chaltén, llegó a apresarme el pánico a mí también -norteña, claro- y sacudí a un perro para ver si estaba vivo o muerto. Movió una oreja.
Ya comentó Camilo José Cela en un plenario del parlamento que no era lo mismo estar dormido, que estar durmiendo, al igual que no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo. Esperabas con ese juego de palabras que alguién recordara la cita, seguro.
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