En las duchas colectivas del gimnasio hay un niño desnudo entre hombres desnudos. Campa a sus anchas y habla con todos con desparpajo (no sé si envidiable). No diré su nombre, sólo que tiene 4 años, y que es fatal (lo dice él mismo: "Soy fatal”) e hincha de Peñarol, a pesar de que su primo juega en Nacional.
El niño se queda mirando a un hombre que se enjabona el cuerpo y le dice:
-¡Qué lindo mozo que sos!
El tipo mayor de cincuenta me recuerda a King Kong (por su complexión y por la cantidad de vello corporal).
Al rato, enjabona la cabeza de su padre (“papá, la peladita también”) y le aconseja:
-Papá, tenés que contarle a mamá lo de tu trabajo de médico.
Todos, desnudos, gesticulamos mudos (quizá se acentúa nuestro parecido con los monos). Papá no, parece que le entró algo de jabón en los ojos.
11 comentarios:
¡Ufa!
Duchas militatares, añado al certero ¡Ufa! de Ander.
todo para que te imagine desnudo.
Descansa, anónimo. Y come más lentejas.
Creo que conozco la Facultad donde ese papá estudió medicina...
Adela, mmm...
Qué hijo más fiel. Y tonto. El día que le expliquen que existe algo maravilloso llamado extorsión se hará millonario.
Es que en ese gimnasio pasan muchas cosas raras. Basta con abrir los oídos.
Y tú lo sabes, Anonetoy.
Siempre quise saber qué ocurría en los baños de hombre, porque en el de las mujeres...
Fatal, fatal.
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