Caminaba yo uncido el 6 de abril, cuando en Vega de Valcarce encontré al señor que se había fabricado su propia carreta y enfrentaba los últimos kilómetros antes de subir Cebreiro. Pensé entonces: sí, me gustan los raros esforzados.
A mí, me encanta la sensación de ser autónomo tan solo con una mochilita, con lo mínimo posible. Esa especie de minimalismo aplicado a cuando sales de casa. (A veces me paso).
3 comentarios:
¿Sería todo lo imprescindible para él?
A mí, me encanta la sensación de ser autónomo tan solo con una mochilita, con lo mínimo posible. Esa especie de minimalismo aplicado a cuando sales de casa. (A veces me paso).
Comparto esa afición por los mínimos. Y qué satisfacción cuando llevas sólo cuatro o cinco cosas en la mochila y las usas todas, ni más ni menos.
Qué será de ellos:
http://vespana.blogspot.com/2006/06/cuatro-viajeros.html
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