Asun, Ángel, Imanol y yo íbamos "a perrechicos" la tarde del miércoles 16 de mayo, pero las Malloas de Aralar habían sido peinadas tres días antes y, al parecer, se detuvo el crecimiento de las setas. Afrontamos la crisis y nos reconvertimos sobre la marcha.
Encontramos un nido de alondra con cinco huevos, en el suelo, como es habitual, protegido por un techo mínimo de tojo achaparrado.
Merendamos en la cueva portal de Amurutxate: queso duro, queso blando, chorizo de Salamanca, revuelto y tortilla de senderuelas recogidas la semana anterior, desecadas y convenientemente rehidratadas. ¡Estrenamos sartén doble! Lo mismo se cocina por un lado que por otro, no es preciso hacer virguerías para preparar una tortilla (o tres).
Escenario de la merendola, opípara.
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