miércoles, julio 26, 2006
Conceptos seteros: EL GOLPE (caso particular)
El Golpe es como definimos los recolectores de setas a la aparición por sorpresa de muchas setas a la vez. El Golpe por antonomasia es el del hongo (Boletus edulis, aéreus, aestivalis y pinícola). Su porqué sigue siendo un enigma, se habla de la temperatura, de la humedad, de la fase lunar... Bien, pues el del verano (hay uno veraniego y otro otoñal) tuvo lugar la semana pasada. He callado hasta ahora, quizá para asimilarlo, por la emoción, los nervios y todo eso. Quienes me conocen saben que sólo me ponen nervioso cuatro cosas, citaré dos:
-que alguien se retrase cuando vamos a pescar y la jornada depende de la marea (las mareas son únicas, irrepetibles, y no esperan);
-y dos: la soledad ante el Golpe.
Caminaba por un lugar... Puedo confesar una altitud de 900 msm, puedo reconocer un suelo pizarroso, cubierto de musgo, hierba corta y algunos brezos en un hayedo claro. Me quité la camiseta, la anudé y la llené. Ahora sé que en una XXL sólo caben 5 kilos de pequeños hongos (tuve que dejar muchos), y sé también que terminas acalambrado si caminas unos 25 km (los que me quedaban de marcha) con esa bolsa-camiseta en un brazo.
Otro detalle: me he pasado a la moda de los tatuajes, por obra y gracia de los tábanos y una especie de garrapatas aladas que no se mueren a manotazos. (Hay que degollarlas con una piedra).
Fui plenamente feliz.
Reíd, reíd.
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9 comentarios:
Jaaaaaaaaa, jaaaaaaa, jaaaaaaaaaaaa. Una pena no haber estado por ahí para degustarlos... :)
¡jaja!¡Qué peligro!, caminando descamisado 25 km podías haberte pasado desinteresadamente también a la moda de los chamuscados. Recuerda que los vascos y las quemaduras de segundo grado en la montaña o en la playa combinan muy bien.
Respecto a los hongos, recuerdo que de pequeño acompañaba a mi abuelo, mi padre y mi tío en otoño a por setas... Al final dejamos de ir, y ahora no me acuerdo muy bien de cuál cogíamos. He estado mirando en google y creo que cogíamos 'Lactarius deliciosus'. ¿puede ser,no? En fin, ¡qué recuerdos! No levantaba un palmo del suelo -casi como ahora- y ir a por hongos era una aventura, y luego qué ricos estaban, en el sarten soltando bien de agua.
Bueno, que los disfrutes y los saborees muy gusto. Ya veo que nunca nos descubrirás las coordenadas un setal.
P.D.:Tengo pendiente visitar el cromlech de Eteneta pero no tengo muy clara la ruta, y el del Iruñarri (cerca de Leitza) pero la última vez que fuimos había tanta niebla que no encontramos nada.
Caravinagre, consigue el cuadernito con mapa de la editorial Sua (de ésos que hace Angulo). Hay uno del Pirineo Vasco que comprende perfectamente esa zona y te marca los caminos. Es muy fácil llegar. Buen paseo.
Y sí, si los recolectabais en pinares, serían rovellones, o níscalos, o Lactarius deliciosus (que es todo lo mismo).
Abrazo.
Soy hermana de una alumna, que por entrar al blog de mi hermana entré al tuyo, me parecen muy entretenidos tus comentarios.
Eso sí, lo de los hongos es algo que no estamos muy acostumbrados a comer.
Dicho y hecho Eresfea, me agenciaré un mapa que tengo ganas de hacer alguna ruta dolménica o por lo menos pasear un poco, que me estoy achicharrando con el bochorno urbano.
Sí que los recolectabamos en pinares, de hecho mi padre le suele llamar "la seta de pino", o algo así.También aparecían en prados o campas cercanas donde pastaban vacas, y aunque suene algo escatológico, salían cerca de los excrementos. La verdad, que ahora ya no vamos ninguno, nos da un poco de miedo, pero espero recuperar esta tradición y esas deliciosas tortillas de hongos caseros. Ahora sólo nos dedicamos a la recolección del 'prunus spinosa', vamos,del arañón para hacer pacharán, así que hasta finales de agosto o septiembre no recolectaré nada.
Muchas gracias, y un gran abrazo. Espero atento más aventuras silvestres con final feliz.
¡Enhorabuena!
¿Las otras dos cosas?
Parece éste un blog patata, nacido directamente de la tierra: una especie de tubérculo-blog.
De acuerdo con Peter. ¿Y las otras dos?
Las otras dos no me las sacáis ni con hierros candentes, que os veo venir...
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