lunes, marzo 05, 2007
Leed, leed
Leo Qué hago yo aquí, de Bruce Chatwin, una lectura que postergué en su momento y que hoy ha llegado a mi vida con una precisión de pieza de puzzle (y 100 pesos). La leo en el colectivo. La leo en la cama. La leo en el váter (suelo dejar los libros de filosofía y los ensayos para este lugar).
En Montevideo, comparto piso con Víctor Iriarte (ya escribí que es un afamado director de cine y un experto en panteras, y ya lo he reescrito). Víctor se encuentra el libro que me dejé en el váter. Lee: ¿Qué hago yo aquí?
Es una buena pregunta, pero en pocos lugares como en éste hay tanta precisión o urgencia para la respuesta. Así que me imagino a Víctor satisfecho, seguro con su respuesta.
Me hago una promesa: “No olvidaré en el váter La náusea, La peste, Partículas elementales o Si esto es un hombre”. Por si acaso.
¡Ah!, recomiendo Qué hago yo aquí a esos lectores/escritores que están entre el periodismo y la literatura (esa línea…).
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6 comentarios:
Tres títulos para el váter:
1) Los premios (Cortázar), cuando no se tira la sisterna.
2) Ojos de perro azul (G.G.M.), cuando es un parto complicado.
3) Gracias por el fuego (Benedetti), después de la comida mexicana.
Tampoco dejes "Hoy no me puedo levantar" ni "Cien años de soledad", hoy que cumple 80 Gabo.
Je, pues me acabo de comprar un tocho de 750 páginas titulado "Colapso".
Si vienen mal dadas en el váter, siempre puedes pasar el rato escribiendo una versión de Chespir: "Mucho ruido y pocas heces". Con perdón.
Arghf, arghf, cómo me estoy reprimiendo. No vuelvas a sacar estos temas, por favor, que me encantan.
Yo en el baño leo La Metamorfosis de Kafka una y otra vez. Cuando la cosa se complica me siento Gregorio Samsa mutando sobre el inodoro.
¿Q'ago yo aquí?
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