sábado, septiembre 06, 2008

Sencillez

Debo a Imanol, que me alimenta por correo electrónico con mensajes de todo tipo, este cuentito que puede ser falso... Pero cómo me gusta.

"Cuando la NASA inició el lanzamiento de astronautas, descubrieron rápidamente que los bolígrafos no funcionarían con gravedad cero. Para combatir este problema, los científicos de la NASA, contrataron a la gente de Accenture (entonces Andersen Consulting), como asesores-consultores, para estudiar desarrollando un bolígrafo que escribiese con gravedad cero, hacia arriba y hacia abajo, bajo el agua, en prácticamente cualquier superficie, incluido el cristal y en un rango de temperatura desde por debajo de cero hasta más de 300ºC.
Los rusos utilizaron un lapicero corriente de grafito."

Y pienso en la palabra extrapolar, que Patxi conjuga tan bien, y en cuántas circunstancias nos complicamos sin necesidad de gravedad cero. Por cierto, hoy Patxi cumple 41 años. Felicidades.

10 comentarios:

Al Nonino dijo...

¿Seguirá habiendo posts con etiqueta "Montevideando"?

Ander Izagirre dijo...

¡Un polo extra para Patxi!

Los espeleobuceadores me explicaron que toman notas en el interior de las galerías inundadas para levantar luego un mapa en tres dimensiones de la cueva, y que debajo del agua utilizan... un lápiz.

leitzaran dijo...

juas juas!

Yo trabajo en un laboratorio de I+D, así que el lunes mismo llevo allí la historia, seguro que se le puede sacar punta...

eresfea dijo...

Al, parafraseando a McCarthur en Filipinas...: "Volveré".

Minerva dijo...

Es como la historia de los calzones: hay que simplificar la vida. Con tres, basta. Lo he comentado a mi familia. Abrazo.

Sergio dijo...

Confesemos, yo también usé un paper mate.

Ander Izagirre dijo...

Ostrás, me encontré con Patxi en la feria del libro y se me olvidó que cumplía años. Patxi, allí donde estés: mil felicidades. Que Petrikillo te guarde la salud.

IMANOL dijo...

Si hablaramos de los rotuladores Potombo...

eresfea dijo...

Los mejores del mundo, Imanol, los mejores del mundo.

Anónimo dijo...

Conocía la historia, pero me ha venido muy bien recordarla. Tengo el despacho lleno de lápices de todas las formas y colores. Quizá debería usarlos más. La sencillez no es sencilla.