jueves, noviembre 24, 2005

Dos animales odiosos



Odio los tiburones. Odio las moscas. Los sacaría sin apuros de la Creación. Noé no salvó los tiburones, y las moscas tampoco fueron invitadas al Arca, pero ya se sabe...: ningún diluvio, por muy universal que sea, es perfecto.
Me repugna la sonrisilla maléfica, criminal, del tiburón, con tres filas de dientes que crecen y caen continuamente (menos mal que los tiburones no creen en el ratoncito Pérez), esa mirada, ese desenfreno acentuado por la sangre, esas películas... En seco, los tiburones siempre tienen defensores, pero me gustaría verlos en el mar y que esa aleta se aproximara a ellos. Me imagino que experimentarían el moderno y candoroso amor por el acercamiento a los animales en el hábitat natual. Yo, ante el tiburón, apuesto por la dinamita y tres hurras por Alfred Nobel.
La mosca es el único animal que pretende compartir mi comida con absoluta desfachatez, y yo no comparto mi comida con animales. Es más, la mosca es tan estúpida que puede quedar ahogada en mi propia sopa después de haberla espantado una y otra vez. De la pesadez al odio se llega en un zumbido.
En Montevideo hay unas mosquitas muy aficionadas a morir en el aceite de la sartén donde frío los huevos. ¿Moscas suicidas? ¿Moscas apasionadas por el aceite de oliva extra virgen (extracción en frío)?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ENTRE TODOS LOS SERES VIVOS, EL PREMIO AL BICHO MÁS MOLESTO, LO GANA POR UNANIMIDAD LAS AGUAS VIVAS.
FEO ERES TÚ, MALO

Anónimo dijo...

Los mosquitos son los peores animales sobre la faz dela tierra... Los odio con el alma... opino criar millones de ranas para que se los hagan desaparecer...
Saludos

Anónimo dijo...

perdón... el "se" no va. Me corrijo antes que lo haga alguno de los dos correctores que hay ahora presentes en el blog...
Saludos y suerte