¿Alguien pensó que olvidé el oso?
He descubierto uno de sus cagaderos fijos: calle Edil Hugo Pratto, entre Acevedo Díaz y Cassinoni.
Paso por el lugar y no veo a la fiera, pero sé que ha estado ahí. La prueba es contundente, altiva. Otro monumento megalítico se levanta en la vereda. Tengo pruebas fotográficas. Pero, tranquilos, para "no herir sensibilidades" (una moda del siglo XXI) mostraré sólo el expresivo retrato hallado a cien metros del cagadero.
7 comentarios:
Es Osobuco
Fíjate. Se ríe un poco como cobi cabrón -cabroncete, para no herir sensibilidades-.
J., observa sus ojillos, entre el esfuerzo y el gusto de la liberación.
Qué cierto. Transmite hasta tranquilidad. Un gusto.
Es oso ondo.
Por encima del retrato, un rastro de sangre (en blanco y negro) de alguna víctima.
Controla el apetito periodístico, Eresfea, o vas a ser la próxima víctima.
¡Cielos, puedo morir sepultado!
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