El jueves 6 de septiembre, salí a buscar al campo. Era una búsqueda un tanto desnortada, aunque terminara por la ladera norte del Hernio. Sin un objetivo claro, tomé el tren hasta Anoeta. Desde allí subí por la carretera a Alkiza y seguí por la regata de Korosti. Encontré una buena poza para bañarme en un día de calor sofocante; y estaba sofocado, pero no me bañé. Encontré muchas avellanas (anoto: qué gran año de avellana en Guipúzcoa); pero no recolecté. Encontré zizas (Cantharellus cibarius), que recogí con algo de desgana; porque no iba a Rólex, pero tampoco tenía muy claro que iba a setas. Reencontré el pincho de tortilla de patatas (sublime) en Alkiza cuando volvía con la idea de un café con leche reparador. También encontré muchas mariposas libando en las flores de los cáñamos de agua. Encontré hasta champiñones que dejé estar en las praderas.Y cuando me puse a buscar moras, ya era tarde, había dejado atrás los buenos zarzales. Entonces encontré en el tejado del caserío Errekalde, al borde de la carretera que une Anoeta con Alkiza, o viceversa, en el km 3.
Entonces saqué la cámara de fotos por primera vez en toda la tarde.
1 comentario:
Otra joyita.
Publicar un comentario