De vez en cuando aparece un vegetal que me hace pensar.
¿Qué se puede pensar ante esta calabaza apepinada?
La desmesura atrapada en el alambrado y con un humilde podio.
Cenicienta hubiera llegado a la fiestita del príncipe en un camión y no en una miserable carroza.
La fotografía es de Imanol.
7 comentarios:
Bueno. A mí los vegetales no me provocan mucho, más que ganas de comerlos.
Este en particular, me resulta muy grande como para digerirlo.
Las carrozas no son miserables, son románticas y lentas. Los camiones son planchas..., y más si se dirigen a una "fiestita".
A mí me recuerda al calabacín faustinero...
Llevaba unos días esperando a ver qué personaje, animal o fungi terminaba echando a Scarlett de tu primera página. Podía haber sido cualquiera de los dos héroes, Corto Maltés o Manuel Casado, pero no ha podido salir peor: ¡la ha espantado tu enorme cucurbitácea!
He estudiado un poco la foto, y la primera conclusión (seguramente falsa, por tanto) es que la calabaza periscopio se estira y se estira para otear una nueva vida e incluso saltar la valla y fugarse. Hay historias apasionantes de higueras chumbas que se escaparon de jardines botánicos australianos y colonizaron medio continente con bosques de hasta dos metros de altura. Pero la foto impide ver qué hay más arriba: quizá el rabo ha establecido algún tipo de interesante contacto.
Mirando un poco más, veo que el calabazón está colocado justo para ocultar la matrícula del coche. El ladrillo también ayuda, no es casual. Esto abre interesantes hipótesis. Pero por ahora no se me ocurre ninguna.
Y el desafortunado ejemplo que puso aquella profesora de Historia con apellido de todoterreno eufemístico: "Imagínense que un agricultor tiene un nabo así de grande...".
Jaaaaaaaaaaaaaa, jaaaaaaaaaaa, jaaaaaaaaaa. Tais fatal :P
Está claro que los mensajes con cierto doble sentido o con fotos sugerentes son los que sucitan más comentarios. Las leyes del rating son inmutables.
Yo para ser feliz quiero un camión.
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