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Otoño presente y Aralar al fondo. |
Hacía muchos años que no subía a Murumendi. El 14 N me ajusté a los servicios mínimos de los trenes de cercanías y bajé en Ordizia. Subí en camiseta, pasé por pinares hermosos (los han dejado envejecer) y llegué a la cima de Murumendi (868) sudoroso. Después busqué inútilmente una cueva señalada por el mapa, seguí una de las variantes del Camino de Santiago, por el hayedo cercano de Murumendi. Ya estaba metido en una especie de circular de Murumendi y bajé entre castaños, pinos y roble americano... Por el rincón de los caseríos Lizardi (Lizardiko bidea), por el barrio de Urkia, con la mirada puesta de vez en cuando en la Sierra de Aralar. Fue un hermoso día de otoño y, cuando no miraba mucho Aralar, recogí la primera cosecha de ziza (
Cantharellus cibarius) digna de la temporada. Y rovellones.
En Itsasondo subí de nuevo al tren. La estación no tiene expendedor de billetes de tren y en ese servicio mínimo no hubo revisor.
1 comentario:
Bello.
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