viernes, septiembre 07, 2012

Crónicas flamencas (sin faralaes): Signos del fin y del principio

 La extinción del dinosaurio (¿Hadrosaurus, Psittacosaurus...?), la extinción de los cigarrillos, la estación de tren. Un momento en Bruselas, nos vamos a Amsterdam.

Algunas cosas siempre son igual, los primeros pasos, la Cocacola que canta Kiko Veneno en el CD, la aborrescencia de la adolescencia, la somnolencia después del banquete... Otras cambian más, o pasan más rápido: y ahora cualquier flamenco, como un ruso, como un francés, practica el autorretrato moderno, el de la firma, sobre la carrocería del vagón de tren. (Chau, Rembrant). Bondades de la alfabetización, y del espray.
Llegamos a Amsterdam y vamos a Prael. Dos últimos aprendizajes del día:
-Willy (cerveza). Copio de http://coleccionandolupulo.wordpress.com/tag/willy/: "Holandesa, de la compañia De Prael Brouwerij. Esta compañía la más pequeña de Amsterdam, se montó con ayuda de subvenciones gubernamentales y todos sus trabajadores son pacientes psiquiátricos en recuperación. Tuvieron que cambiar el primer nombre que eligieron, De Parel (la perla), porque Budels se quejó de que incumplía los derechos de autor de su cerveza Parel.
-Brouwerij es cervecería. En la Prael, Ángel, Imanol y yo como en casa, oye.

2 comentarios:

Sergio dijo...

¿Es cierto que los flamencos bebe apoyados en un solo pie?

eresfea dijo...

Sólo los que tienen mucha pluma. El resto prefiere el taburete o el banco.