martes, marzo 28, 2006
Releíbles (4): Marcovaldo
Ítalo Calvino (1923-1985) es el autor de una de mis novelas favoritas: El barón rampante. Escribió mucho más..., pero para mí nada como Marcovaldo, un libro de cuentos que pasó desapercibido y que conviene releer hoy (y mañana, y...).
En la fotografía, certificado rampante, sonreímos algunos Marcovaldos (unos saben que lo son, otros no) en la cima de Gambo, en el corazón de la sierra de Aralar.
lunes, marzo 27, 2006
La mano que sostiene la colmenilla
Una de las ventajas de estudiar la crónica periodística o de corregir columnas de los estudiantes de Comunicación consiste en dejar de estudiar las crónicas o de corregir las columnas a media tarde y darse un paseo para seguir de cerca las estaciones. Ahora, por si alguno no se ha enterado por estas tierras, toca la primavera.
El jueves (23) salí a buscar nidos, y encontré muchos viejos, de otras primaveras. Esto me pasa por haber estado cuatro años ausente en la búsqueda...
Tres hallazgos en el parque de Ayete, en San Sebastián: las modestas flores del berro de prado, y su delicado perfume; un nido de mirlo; colmenillas.
(Sí, la colmenilla es un hongo).
jueves, marzo 23, 2006
Silbo
Un día descubrí que si silbaba de noche, cuando caminaba solo, la gente no se asustaba tanto al verme. Es fácil verme (y oírme) silbar de noche por la calle cuando camino solo, ahora ya lo hago sin darme cuenta. Pero silbo canciones muy distintas según la fatiga, el apetito, la prisa... Trato de hacer una lista que asocie la canción silbada con el estado de ánimo. Sé que silbo dos canciones de Río Bravo (la película)cuando considero que termina un día intenso y regreso a mi hogar. Sé que silbo otras dos de Babasónicos cuando tengo el día tonto.
P.D.: He pegado la foto un día después porque no pude hacerlo antes. No tengo conexión a internet en casa y ejerzo de okupa en las casas de cultura de San Sebastián. Ayer los ordenadores se resistieron ante John Wayne, pero hoy...
lunes, marzo 20, 2006
Ayer, hoy y mañana (19, 20 y 21 de marzo)
Concentración
Ayer fue el día del padre (en España), y el día en que mi padre fue padre.
Ayer tuve un día de montaña, flan y memoria. Sólo olvidé una cosa: el cumpleaños de Andrea Meneghetti.
Hoy es el cumpleaños de Antonio, mi amigo.
Mañana cumple años Francisco de Asís, mi hermano.
¡Cuánto mi!
Ayer fue el día del padre (en España), y el día en que mi padre fue padre.
Ayer tuve un día de montaña, flan y memoria. Sólo olvidé una cosa: el cumpleaños de Andrea Meneghetti.
Hoy es el cumpleaños de Antonio, mi amigo.
Mañana cumple años Francisco de Asís, mi hermano.
¡Cuánto mi!
jueves, marzo 16, 2006
Concepto "aburrición"
martes, marzo 14, 2006
Releíbles (3): Juventud
Creo que Coetzee es uno de los mejores escritores contemporáneos. ¡Y cómo desprecio la obra de Coetzee! Lo releo a menudo para alimentar mi desprecio. No bajaré la guardia.
Esa frialdad derramada en el realismo… Él, admirador de la literatura rusa del XIX, no comprende la riqueza del realismo ruso que incluye el alma como una parte de la realidad. O sí la comprende, y por eso la ignora.
La inteligencia puede hacer que se comprenda mucho. ¡Pero hay tantas cosas que no es preciso comprender! Los felices lo saben bien; quienes tienen fe, también.
Juventud, de Coetzee. Arquetipo del quiero y no puedo de tanta autobiografía actual. Quiero, pero no puedo lograr una "autobiografía" completa, la tengo que parcelar. Ni siquiera desde el yo logro la unidad para mi vida pasada. Ni siquiera siendo tan listo y tan buen escritor.
lunes, marzo 13, 2006
Releíbles (2). Tintín en el Tíbet
Estoy aburrido de que la gente diga tonterías de Hergé. A mí me encanta su línea precisa (disfruto lo contrario en Corto Maltés de Hugo Pratt); me gusta el capitán Haddock, que fuma en pipa y chupa alcohol como un campeón; me gusta que Milú hable; me gusta que Tintín sea bueno y que todas las comas de los diálogos estén tan bien puestas.
La opción es bajar de la montaña con el guía, Tharkey, o seguir cumbre arriba solos: Haddock, Milú y Tintín.
Haddok: -¿qué qué estoy haciendo? Marcharme con Tharkey, eso es todo.
Tintín:-Pero si estaba de acuerdo…
H: -Puede, pero cambié de idea… Seguir así, sin guía, es una verdadera locura.
No pienso dejar aquí mis huesos.
T: -¡Eh, espere!
T:-¿Quiere darme el frasco de coñac que está en la bolsa de atrás? Tengo frío, y un traguito me iría bien.
H: -¿Coñac? ¿Aún te queda coñac a ti?
T: -¡Oh! Sólo una botellita de reserva. ¿Quiere usted un poco?
H: -¿Qué si quiero? Eso no se pregunta.
GLU, GLU.
H: -¡Anda, la he vaciado!
T: -Y yo, ¿qué…?
H: -¡Eh, no importa! El alcohol es muy malo para los jóvenes como tú. Es un verdadero veneno. Créeme, Tintín, la abstinencia es lo mejor. Vamos a reunirnos con Tharkey.
T: -En el fondo tiene usted razón en seguir a Tharkey. Vale más capitular. Es más prudente. El riesgo es demasiado. Empezando por el yeti… y no importa que él se dé cuenta de que le tenemos miedo…
H: ¿QUÉ?
H: ¿Miedo? ¿Yo? ¿De quién? ¿M-m-miedo del ye-ye-yeti? ¡Media vuelta, muchacho! ¡Media vuelta en seguida! ¡Mil r-r-rayos!
“¡Y viva el coñac!”, piensa Tintín.
H: -¡Conque miedo! Voy a enseñarle a ese espantajo q-q-quién soy yo.
T: -No corra.
La foto comparte con Tintín el espíritu de las grandes alturas.
Nevaba en Mandoegi.
Y gracias a Patxi, el hombre de rojo, parece que estamos 5.000 metros más arriba. Nadie da altura a las fotografías como Patxi.
sábado, marzo 11, 2006
El Guipuchi Robasetas se pertrecha
miércoles, marzo 08, 2006
El regreso del Guipuchi Robasetas
Sí, soy yo, he vuelto. Ya sé que ha habido imitadores estos últimos cuatro años... Pero para que se note la diferencia, aviso al más puro estilo Lupin del dónde, del cuándo y de la presa. Atacaré en las cercanías de Goizueta (Navarra, cómo no). Será el próximo 11 de marzo. En la imagen, mi objetivo: los marzuolus.
lunes, marzo 06, 2006
Releíbles (1): El amor
Sí, el 1 entre paréntesis es una amenaza. He decidido arrancar con una serie. A ver qué pasa.
Estoy releyendo Las partículas elementales. Para mí, la última gran novela del siglo XX. La bomba que estalló el francés Michel Houellebecq en 1998. Uno de esos libros que releo. Es terrible, y no recomiendo su lectura a los más impresionables, ni siquiera recomiendo su lectura a los menos impresionables.
Siempre envidiaré a Houellebecq este párrafo:
“Esta mujer había tenido una infancia terrible, trabajando en una granja desde los siete años entre semibrutos alcohólicos. Su adolescencia fue demasiado breve para que pudiera acordarse. Tras la muerte de su marido trabajó en una fábrica para sacar adelante a sus cuatro hijos; en pleno invierno iba a buscar agua al patio para que toda la familia se lavara. Con más de sesenta años, recién jubilada, accedió a ocuparse otra vez de un niño, el hijo de su hijo. A él tampoco le había faltado de nada, ni ropa, ni buenas comidas los domingos, ni amor. Ella le había dado todo eso. Un examen mínimamente exhaustivo de la humanidad debe tener en cuenta necesariamente este tipo de fenómenos. En la historia siempre han existido seres humanos así. Seres humanos que trabajaron toda su vida, y que trabajaron mucho, sólo por amor y entrega; que dieron literalmente su vida a los demás con un espíritu de amor y de entrega; que sin embargo no lo consideraban un sacrificio; que en realidad no concebían otro modo de vida más que el de dar su vida a los demás con un espíritu de entrega y de amor. En la práctica, estos seres humanos casi siempre han sido mujeres.”
Michel Houellebecq. Las partículas elementales, Compactos Anagrama, 6ª edición, 2006, pág. 92.
Podría hablar horas acerca de este párrafo, podría escribir mucho… Pero ya está. Sólo queda dar las gracias. A ellas.
Dos momentos de perfección
viernes, marzo 03, 2006
3 de marzo de 2006
Hoy ha muerto María Pérez Camarero. Hoy hace 58 años que murió su padre. María, la hija de Antonio y Amalia, la hermana mayor de mi padre, mi tía y mi madrina. Vivió muchos años enferma, sufrió con fe y dignidad. Hoy descansa en paz. Sé que a mí, por las noches, me faltarán sus oraciones.
jueves, marzo 02, 2006
Posaderos
Viajo demasiado en autobús. Y controlo cierto recorrido hasta el punto de que voy leyendo y levanto la cabeza para mirar por la ventanilla en el momento preciso. ¿Preciso para qué? Para avistar una de las tres águilas ratoneras que puedo encontrar en los 89 kilómetros que separan San Sebastián de Pamplona.
Es una mirada educada. Sé dónde tienen sus posaderos.
Haya, poste de la luz, poste de alambrada.
Y pienso cuando las veo: Buteo buteo.
Esto ya es propio de esdrújulos, pero me gustan los latinajos para los animales cuando se repiten. Por ejemplo: Vulpes vulpes (zorro), Bufo bufo (sapo), Pica pica (urraca)...
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