Aceptémoslo:
-Carlos Gardel era uruguayo;
-la "primer" Unidad Coronaria Móvil (UCM) fue uruguaya;
-el "ta" es un aporte fundamental a la lengua española;
-el mejor dulce de leche es uruguayo;
-Forlán (el Diego uruguayo) es el mejor jugador de fútbol del mundo;
-el mejor Tannat del mundo es uruguayo.
-Brasil y España distan unos pasos en Montevideo (cuando se trata de bulevares).
-las mejores mollejas con salsa de tres mostazas las prepara Jimena.
Y añadamos el uruguayísimo RING RAJE como término para designar el toque gamberro de timbres en los portales seguido de la huida a la carrera.
Soberbio.
viernes, agosto 27, 2010
sábado, agosto 21, 2010
El regreso a las salas de cine: esto no son cuatro críticas
BRIGADA A LOS MAGNÍFICOS NO HAY PLAN B ***
(Todos estos títulos se entremezclan en la cartelera).
Alguien gritó "¡acción!" y empezó el rodaje de la película. Así empezó y terminó también para el espectador, con acción. Película perfecta para cenar sin preocupaciones (sabes que los buenos ganarán y los malos perderán), recomendable para aquellos ya madurines que disfrutaron la serie de televisión. ¡Pero si no vieron la serie no hay problema!, la película se sostiene en sí misma. Un buen género para su subgénero.
EL ORIGEN **
Un consejo: no veáis El Origen después de un viaje en avión de once horas y un almuerzo carnívoro en Uruguay. A partir de aquí se comprenderá que diga cualquier cosa de esta película.
1. Que Leonardo Dicaprio me parece un actorazo a Pesar de Titánic.
2. Que algunas escenas de la película (una furgoneta que cae y no cae, por ejemplo) recuerdan el concepto de "presente iluminado" propio de Homero (el de la Grecia clásica, ojo).
3. Que yo sufrí con un argumento que me pareció idóneo para que los espectadores se sintieran listos al menos hasta la primera mitad de la película. No sé por qué, pero no me gustan esas películas que te hacen creer que eres listo.
AGENTE SALT ***
Una Angelinajolín castaña clara y espía de los EEUU pasa a ser espía asesina de un país inexistente (sería Rusia, pero ella es fiel a la URSS), y pasará ser otra cosa, y otra. La persiguen mucho, pero ella está en buena forma (aunque le queda la cabeza un poco grande con el cuerpo tan magro) y tiene tiempo para teñirse el pelo muy oscuro, que resalta más sus ojos. Angelinajolín muestra sus poderes: dispara con puntería, sube y baja paredes mejor que Spiderman, salta de camión a camión en marcha, apaliza a hombres armario, conduce un auto con descargas eléctricas sobre el conductor amarrado al volante... ¡Divina! Acción intensa y suficientes revueltas en el guión.
Apunte para mitómanos angelinajolinescos: ella no luce mucho cuerpo al desnudo, ¿será por el trabajo que da borrar sus tatuajes en las películas?
TOY STORY ****
No dan ganas de explicar nada. Un placer. Un guión eficaz, humor, personajes inolvidables (la pareja de Barbie y Kent son para dar de comer aparte). Tengo la costumbre de ver estas películas en horario infantil. Los niños aplaudieron felices al final. Yo entre ellos, claro.
P.D.: El título de esta entrada se explica desde lo personal. Estoy en Montevideo, y en Montevideo voy al cine.
P.D.2: He calificado con asteriscos, de uno a cinco.
(Todos estos títulos se entremezclan en la cartelera).
Alguien gritó "¡acción!" y empezó el rodaje de la película. Así empezó y terminó también para el espectador, con acción. Película perfecta para cenar sin preocupaciones (sabes que los buenos ganarán y los malos perderán), recomendable para aquellos ya madurines que disfrutaron la serie de televisión. ¡Pero si no vieron la serie no hay problema!, la película se sostiene en sí misma. Un buen género para su subgénero.
EL ORIGEN **
Un consejo: no veáis El Origen después de un viaje en avión de once horas y un almuerzo carnívoro en Uruguay. A partir de aquí se comprenderá que diga cualquier cosa de esta película.
1. Que Leonardo Dicaprio me parece un actorazo a Pesar de Titánic.
2. Que algunas escenas de la película (una furgoneta que cae y no cae, por ejemplo) recuerdan el concepto de "presente iluminado" propio de Homero (el de la Grecia clásica, ojo).
3. Que yo sufrí con un argumento que me pareció idóneo para que los espectadores se sintieran listos al menos hasta la primera mitad de la película. No sé por qué, pero no me gustan esas películas que te hacen creer que eres listo.
AGENTE SALT ***
Una Angelinajolín castaña clara y espía de los EEUU pasa a ser espía asesina de un país inexistente (sería Rusia, pero ella es fiel a la URSS), y pasará ser otra cosa, y otra. La persiguen mucho, pero ella está en buena forma (aunque le queda la cabeza un poco grande con el cuerpo tan magro) y tiene tiempo para teñirse el pelo muy oscuro, que resalta más sus ojos. Angelinajolín muestra sus poderes: dispara con puntería, sube y baja paredes mejor que Spiderman, salta de camión a camión en marcha, apaliza a hombres armario, conduce un auto con descargas eléctricas sobre el conductor amarrado al volante... ¡Divina! Acción intensa y suficientes revueltas en el guión.
Apunte para mitómanos angelinajolinescos: ella no luce mucho cuerpo al desnudo, ¿será por el trabajo que da borrar sus tatuajes en las películas?
TOY STORY ****
No dan ganas de explicar nada. Un placer. Un guión eficaz, humor, personajes inolvidables (la pareja de Barbie y Kent son para dar de comer aparte). Tengo la costumbre de ver estas películas en horario infantil. Los niños aplaudieron felices al final. Yo entre ellos, claro.
P.D.: El título de esta entrada se explica desde lo personal. Estoy en Montevideo, y en Montevideo voy al cine.
P.D.2: He calificado con asteriscos, de uno a cinco.
jueves, agosto 19, 2010
Después del condicional
Escucho a menudo en Montevideo cómo alguien avisa a otro: "Si no...". Luego hay unas palabras de por medio. Y termina así: "Perdiste". "Marchaste". "Estás en el horno". "Sos boleta".
P.D.: Y "Fuiste". Se lo agradezco a J.C.
P.D.: Y "Fuiste". Se lo agradezco a J.C.
miércoles, agosto 11, 2010
Pahor
Termino de leer Necrópolis (Anagrama, 2010) de Boris Pahor, esloveno trentino nacido en 1913. La edición está muy bien prologada por Claudio Magris, así que poco queda por añadir...
Es el testimonio de la memoria de alguien que padeció el sufrimiento extremo de los Lager.
Dicen que no es posible comunicar con la literatura el sufrimiento. Yo creo que sí (y no es una expresión de fe). Esta mañana terminaba Necrópolis emocionado. Sin duda, no puedo comprender aquel sufrimiento, pero hay un acercamiento. Y asomarse al sufrimiento ajeno, tratar de ponerse en el lugar del otro, para mí, es uno de los principales rasgos de la humanidad. Por eso estoy tan agradecido a Pahor.
Es el testimonio de la memoria de alguien que padeció el sufrimiento extremo de los Lager.
Dicen que no es posible comunicar con la literatura el sufrimiento. Yo creo que sí (y no es una expresión de fe). Esta mañana terminaba Necrópolis emocionado. Sin duda, no puedo comprender aquel sufrimiento, pero hay un acercamiento. Y asomarse al sufrimiento ajeno, tratar de ponerse en el lugar del otro, para mí, es uno de los principales rasgos de la humanidad. Por eso estoy tan agradecido a Pahor.
viernes, agosto 06, 2010
Con la A: Anie y Aspe
El descenso del Aspe entra en la roca caliza.
La autora de la fotografía anterior, funambulista caliza.
Lourdes, Pilar, Álvaro, Imanol C. y yo hicimos algunos deberes pendientes esta temporada con la A. El sábado 31 de julio ascendimos Anie (2.507); el domingo 1 de agosto, Aspe (2.645).
Así rompí la tradicional escapada montañera con Patxi a Respumoso en san Ignacio, para luego ascender cualquiercosa. Como Patxi sufre una tendinitis, optamos por las calizas de verano.
Lo de la A huele a comienzo (aunque no sé si habrá B, C, D...) y me sirve también para empezar a largar algo de lo que hablamos a menudo en la montaña. Parece que en Pirineos hay una preocupación tresmilera que se extiende entre los novatos. La gente quiere subir a lo más alto, y quiere subir rápido, ya. Yo, que soy de aprendizaje lento para todo en la vida, no entiendo muy bien esa precipitación, ese afán por estrenacumular tresmiles que, en muchos casos, lleva implícito un desprecio por los dosmiles (ni os cuento la frustración que produce un 2.900). Para mí es el inicio de una carrera a la que hay que poner una zancadilla rápida. Porque de los tresmiles se corre a los cuatromiles (Alpes, Atlas..., y de ahí...). En fin. Hay otras variables más allá de la altitud que complican las montañas. La más evidente es desde dónde la subes, el desnivel real salvado. Pero no sólo se juega con el desnivel... Esto se comprende por ejemplo en la subida a Anie (también conocido como Auñamendi). No tiene mucho desnivel desde el aparcamiento de la Piedra de San Martín, pero permite comprender que las subidas con tobogán castigan las piernas mucho más que otras ascensiones constantes, siempre hacia arriba.
Otro detalle que se experimenta en el Anie: el piso, te desgastas más cuando vas jugando a los equilibrios entre rocas anfractuosas.
Y otro más: las circunstancias del clima. (Este año, por ejemplo, Asun, Patxi y yo estuvimos épicos con ventolera de nieve en el Txamantxoia, ¡a 1.945 m de altitud!). El día de san Ignacio sufrimos el calor que reverbera en las calizas: un "tostaero". Por eso recomiendo el Anie para los días rasos de invierno, para evitar equilibrios cansinos entre las piedras, para no pasar calores, para subir por nieve dura con crampones.
Subimos el Aspe desde Rigüelo, un enclave excelente para alcanzar las montañas de la sierra de Aisa por la cara sur. Sí, se puede subir cómodamente desde Lizara, me diréis algunos. Pero entonces se sufre el tobogán, alcanzar el collado del Bozo para bajar y luego subir... llegar a la cumbre de Aspe desde Rigüelo cuesta menos de tres horas en verano con un esfuerzo exigente, pero constante: sólo se sube. Y así el cuerpo acompasa el ritmo, maneja mejor las fuerzas.
El calor en la primera mitad de la subida a Aspe fue insufrible, en una mañana densa, húmeda, sin un soplo de viento que levantara el sudor de la piel. A media subida se alivió esa sensación febril de encharcamiento. Pasamos por las calizas de aspecto lunar (parece que todos hemos paseado por la Luna, porque aceptamos como muy normal la comparación) y, desde la cima, bien frescos, vimos la cortina de agua de la tormenta sobre Jaca, y luego sobre Canfranc y Collarada. Y los rayos (unos suben y otros bajan, que de todo hay).
P.D.: Aisa es un buen sitio para repostar una cervecita, una cervezota, o lo que se tercie.
P.D.2: Pido disculpas por usar una palabra como anfractuosa, pero era exactamente la que necesitaba.
La autora de la fotografía anterior, funambulista caliza.
Lourdes, Pilar, Álvaro, Imanol C. y yo hicimos algunos deberes pendientes esta temporada con la A. El sábado 31 de julio ascendimos Anie (2.507); el domingo 1 de agosto, Aspe (2.645).
Así rompí la tradicional escapada montañera con Patxi a Respumoso en san Ignacio, para luego ascender cualquiercosa. Como Patxi sufre una tendinitis, optamos por las calizas de verano.
Lo de la A huele a comienzo (aunque no sé si habrá B, C, D...) y me sirve también para empezar a largar algo de lo que hablamos a menudo en la montaña. Parece que en Pirineos hay una preocupación tresmilera que se extiende entre los novatos. La gente quiere subir a lo más alto, y quiere subir rápido, ya. Yo, que soy de aprendizaje lento para todo en la vida, no entiendo muy bien esa precipitación, ese afán por estrenacumular tresmiles que, en muchos casos, lleva implícito un desprecio por los dosmiles (ni os cuento la frustración que produce un 2.900). Para mí es el inicio de una carrera a la que hay que poner una zancadilla rápida. Porque de los tresmiles se corre a los cuatromiles (Alpes, Atlas..., y de ahí...). En fin. Hay otras variables más allá de la altitud que complican las montañas. La más evidente es desde dónde la subes, el desnivel real salvado. Pero no sólo se juega con el desnivel... Esto se comprende por ejemplo en la subida a Anie (también conocido como Auñamendi). No tiene mucho desnivel desde el aparcamiento de la Piedra de San Martín, pero permite comprender que las subidas con tobogán castigan las piernas mucho más que otras ascensiones constantes, siempre hacia arriba.
Otro detalle que se experimenta en el Anie: el piso, te desgastas más cuando vas jugando a los equilibrios entre rocas anfractuosas.
Y otro más: las circunstancias del clima. (Este año, por ejemplo, Asun, Patxi y yo estuvimos épicos con ventolera de nieve en el Txamantxoia, ¡a 1.945 m de altitud!). El día de san Ignacio sufrimos el calor que reverbera en las calizas: un "tostaero". Por eso recomiendo el Anie para los días rasos de invierno, para evitar equilibrios cansinos entre las piedras, para no pasar calores, para subir por nieve dura con crampones.
Subimos el Aspe desde Rigüelo, un enclave excelente para alcanzar las montañas de la sierra de Aisa por la cara sur. Sí, se puede subir cómodamente desde Lizara, me diréis algunos. Pero entonces se sufre el tobogán, alcanzar el collado del Bozo para bajar y luego subir... llegar a la cumbre de Aspe desde Rigüelo cuesta menos de tres horas en verano con un esfuerzo exigente, pero constante: sólo se sube. Y así el cuerpo acompasa el ritmo, maneja mejor las fuerzas.
El calor en la primera mitad de la subida a Aspe fue insufrible, en una mañana densa, húmeda, sin un soplo de viento que levantara el sudor de la piel. A media subida se alivió esa sensación febril de encharcamiento. Pasamos por las calizas de aspecto lunar (parece que todos hemos paseado por la Luna, porque aceptamos como muy normal la comparación) y, desde la cima, bien frescos, vimos la cortina de agua de la tormenta sobre Jaca, y luego sobre Canfranc y Collarada. Y los rayos (unos suben y otros bajan, que de todo hay).
P.D.: Aisa es un buen sitio para repostar una cervecita, una cervezota, o lo que se tercie.
P.D.2: Pido disculpas por usar una palabra como anfractuosa, pero era exactamente la que necesitaba.
Redes
De vez en cuando veo Redes, el programa de divulgación científica que conduce el señor Punset en La 2 de Televisión Española. Disfruto con el entusiasmo (y hasta el cariño) que pone el señor Punset. La semana pasada repitieron un capítulo (es verano) y Punset entrevistaba a un señor con aspecto de haber vivido bastante (no recuerdo su nombre) que insistía en la necesidad de una educación universitaria en la que los docentes se preocupen de formar personas más allá de la transmisión de conocimientos, y que para eso, decía, tienen que implicarse y decir qué está bien y qué está mal. El científico entrevistado ponía mucho énfasis en la libertad humana (para elegir), y del drama que supone elegir. Cuando se elige, uno se puede equivocar; de hecho, en este episodio de Redes parecía claro que casi nunca se elige la mejor opción.
La solución: cuando elijas, no te agobies por elegir lo mejor (que eso genera frustración); mejor, persuádete de que tienes que llevar hasta el final tu elección, saca el mejor partido de tu elección.
Esto de la persuasión ya se lo había leído a Magris. Y reconozco que me dio un poco de mareo, como en la imagen de alguien que se contempla en un espejo que es reflejo de otro espejo, que… Y así hasta perderse. Fue un mareo breve, de persuadidos con tendencia al infinito, en el que imaginé a Punset y al señor vivido (lo escribo sin ironía, con aprecio) persuadidos, a su vez, de su elección en esa entrevista.
Pero rápidamente me sacudí esa martingala.
Lo que más disfruté del programa (que quizá podáis ver tripitido en La 2 en otoño) fue cuando hablaron de los arrepentimientos. Han estudiado los arrepentimientos para concluir: cuando uno es viejo, decían, hace memoria y se lamenta de lo que no hizo; cuando uno es más joven, mira más al presente y se lamenta de lo que ha hecho mal hace poco.
La solución: cuando elijas, no te agobies por elegir lo mejor (que eso genera frustración); mejor, persuádete de que tienes que llevar hasta el final tu elección, saca el mejor partido de tu elección.
Esto de la persuasión ya se lo había leído a Magris. Y reconozco que me dio un poco de mareo, como en la imagen de alguien que se contempla en un espejo que es reflejo de otro espejo, que… Y así hasta perderse. Fue un mareo breve, de persuadidos con tendencia al infinito, en el que imaginé a Punset y al señor vivido (lo escribo sin ironía, con aprecio) persuadidos, a su vez, de su elección en esa entrevista.
Pero rápidamente me sacudí esa martingala.
Lo que más disfruté del programa (que quizá podáis ver tripitido en La 2 en otoño) fue cuando hablaron de los arrepentimientos. Han estudiado los arrepentimientos para concluir: cuando uno es viejo, decían, hace memoria y se lamenta de lo que no hizo; cuando uno es más joven, mira más al presente y se lamenta de lo que ha hecho mal hace poco.
jueves, agosto 05, 2010
Una mala baba de fondo noticioso: el canguelo de las aseguradoras
Y de golpe, coincidiendo con el crecimiento negativo de la economía, la televisión está infestada de simpáticas aseguradoras que nos bombardean con su publicidad: Caser, Liberty, Mapfre, Santa Lucía, Ocaso Occidente, Línea directa, Mutua (La)… Una pone a un baloncestista (o baloncestero) dando un salto imposible. Hay un erizo que habla. Suena la llamada del ahorro (¡asum-baué!). Una flechita algo curvada que se clava a traición en… salva sea la parte (o sea, en el culo de un cliente). Un sol incombustible de tamaño manejable que me parece inspirado en el cine de catástrofes. Unos gags simplificados y humorísticos sobre fondo rojo… Imitaciones de zarzuelas. Variantes corales de la canción de Rocky (Oscar a la mejor película de 1976) con una letra tan rica como la del himno alternativo español. Me explico, los de la aseguradora cantan entusiasmados: soy, soy-soy-soy, soy-soy-soy, soy-soy-soy… Los otros: yo soy español-español-español, yo soy español-español-español (repítase con espíritu creciente hasta que se agoten voz y cervezas, o hasta que se retire la cámara de televisión).
Después del terremoto de bancos y cajas de ahorro, no me inspiran mucha seguridad estas aseguradoras tan preocupadas por conseguir clientes.
P.D.: Sólo me sorprende tanto la cantidad de publicidad de pegamentos para dentaduras postizas. Fijaos, por favor.
Después del terremoto de bancos y cajas de ahorro, no me inspiran mucha seguridad estas aseguradoras tan preocupadas por conseguir clientes.
P.D.: Sólo me sorprende tanto la cantidad de publicidad de pegamentos para dentaduras postizas. Fijaos, por favor.
martes, agosto 03, 2010
Cinco días en Pirineos dan para mucho
Salvando el arroyo de desagüe del Ibón Azul Inferior. Al fondo, los Infiernos.
Perfilado en el "fotocol" de la cresta de la Facha.
Karmele, Imanol, Álvaro y Patxi sobrevuelan las nubes con la mirada desde la cima de la Facha.
Escenario con Bachimaña y el perfil asombrado del pico Serrato.
"Fotocol" y maniobras de distracción para el fotógrafo en la cima occidental de Marcadau.
Desde el 21 hasta el 25 de julio, Asun, Karmele, Álvaro, Ángel, Imanol C., Patxi y yo cruzamos, vadeamos y saltamos arroyos. Subimos y bajamos neveros. Ascendimos Tebarray, Gran Facha, Bernat Barrau y Marcadau Occidental. Miramos las nubes desde arriba. Posamos en "fotocols" naturales.
Perfilado en el "fotocol" de la cresta de la Facha.
Karmele, Imanol, Álvaro y Patxi sobrevuelan las nubes con la mirada desde la cima de la Facha.
Escenario con Bachimaña y el perfil asombrado del pico Serrato.
"Fotocol" y maniobras de distracción para el fotógrafo en la cima occidental de Marcadau.
Desde el 21 hasta el 25 de julio, Asun, Karmele, Álvaro, Ángel, Imanol C., Patxi y yo cruzamos, vadeamos y saltamos arroyos. Subimos y bajamos neveros. Ascendimos Tebarray, Gran Facha, Bernat Barrau y Marcadau Occidental. Miramos las nubes desde arriba. Posamos en "fotocols" naturales.
Los guionistas de televisión y los actores bajos
Quizá algún día os llamó la atención cómo en las teleseries familiares juveniles o cómicas de distribución mundial (o sea, estadounidenses) el padre es alto, la madre es de estatura normal y los hijos (dos o tres) son siempre más bajos que sus padres hasta cuando se marchan a la universidad (porque uno de ellos siempre va a la universidad). Haced memoria.
¿Los guionistas de televisión imaginan alelos recesivos para los hijos? O tal vez guardan un as dramático en la manga y un día descubrirán la gran conspiración: que en todas las teleseries de televisión los padres malcriaban a sus hijos con dietas pobres en proteínas o que, llegado el momento del estirón, encerraban a sus hijos debajo de la fregadera. El asunto es que siempre me extrañó que con ese padre (alto) y con esa mujer (nunca más alta que el esposo) salieran hijos siempre más bajos que el padre y que la madre. ¡Que la genética y el algodón no engañan! Y comprendo que hace unos años nadie viera esto, sobre todo porque teníamos unos televisores tan pequeños que los centímetros pasaban por alto, o por bajo. Pero ahora que en tantos hogares el televisor tiene el tamaño del sofá…
Sospecho que si fuera guionista de una de estas series de televisión y escribiera de una esposa más alta que su marido, y con unos hijos aún más altos que ella, no me creería nadie (a no ser que ella fuera una jugadora de baloncesto, y la serie de humor absurdo).
Aceptamos, desde la costumbre, personajes configurados en la ficción que rompen los moldes de la realidad.
Añado: esos actores bajos con el papel de adolescentes hasta los treinta no podrán ser, por centímetros, padres de adolescentes en otras series de televisión y tendrán que esperar la licencia de los guionistas para trabajar como abuelos bajos en otras teleseries. Entre tanto, esos actores bajos se ganan la vida en el cine, que de algo hay que vivir. La televisión está bajando el promedio de estatura en el cine.
P.D.: Otro día, si encuentro ganas, escribiré sobre la conspiración de los guionistas de estas teleseries con la mascota casera, que ha de ser perro o alienígena.
¿Los guionistas de televisión imaginan alelos recesivos para los hijos? O tal vez guardan un as dramático en la manga y un día descubrirán la gran conspiración: que en todas las teleseries de televisión los padres malcriaban a sus hijos con dietas pobres en proteínas o que, llegado el momento del estirón, encerraban a sus hijos debajo de la fregadera. El asunto es que siempre me extrañó que con ese padre (alto) y con esa mujer (nunca más alta que el esposo) salieran hijos siempre más bajos que el padre y que la madre. ¡Que la genética y el algodón no engañan! Y comprendo que hace unos años nadie viera esto, sobre todo porque teníamos unos televisores tan pequeños que los centímetros pasaban por alto, o por bajo. Pero ahora que en tantos hogares el televisor tiene el tamaño del sofá…
Sospecho que si fuera guionista de una de estas series de televisión y escribiera de una esposa más alta que su marido, y con unos hijos aún más altos que ella, no me creería nadie (a no ser que ella fuera una jugadora de baloncesto, y la serie de humor absurdo).
Aceptamos, desde la costumbre, personajes configurados en la ficción que rompen los moldes de la realidad.
Añado: esos actores bajos con el papel de adolescentes hasta los treinta no podrán ser, por centímetros, padres de adolescentes en otras series de televisión y tendrán que esperar la licencia de los guionistas para trabajar como abuelos bajos en otras teleseries. Entre tanto, esos actores bajos se ganan la vida en el cine, que de algo hay que vivir. La televisión está bajando el promedio de estatura en el cine.
P.D.: Otro día, si encuentro ganas, escribiré sobre la conspiración de los guionistas de estas teleseries con la mascota casera, que ha de ser perro o alienígena.
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