Domingo 22 de octubre de 2017.
La ascensión desde Ciriza al Cabezón de Echauri ofrece en poco más de 700 m de desnivel la oportunidad de sortear la barrera calcárea por la senda balizada de las Gradas de Ciriza (vertiginosa y entretenida), pasear por una faja y alcanzar una cima con ermita (Santa cruz, cerrada) y refugio (abierto). A los pies de la cima, al oeste, se guarda un bonito hayedo y Mortxe, al noroeste, parece el promontorio de una meseta.
El 22 de octubre, además, disfrutamos de una jornada de claroscuros y vimos la lluvia caer, pero no sobre nosotros. Descendimos hasta la ermita de Santa Lucía (cerrada) y desde allí volvimos a Ciriza, por la senda que atraviesa tres veces el asfalto de la NA-700, y que permite asomarse a las cuevas secas de Artebakar.