miércoles, agosto 30, 2006
La barca
Tuuuuuuuú has venido alaoriiiiilla, nohas buscaaaado nia sabios niarrrriiiiiiiicos...
Dan Brown haría una novela con esta "barca" de San Salvador en Guetaria, Guipúzcoa.
Tacos de licenciadas poderosas
Y llegó el Poder Rubio.
Antes y después. Primero, a punto de obtener la licenciatura en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Montevideo. Ellas son Federica, Graciela (con un ojo terminátor) y Mª José. Después, el durante (tenso). Por último, las flores de la fiesta, las miradas encendidas. (Hagan clic en la imagen).
P.D.: Pobres mortales, no me pidan los números de teléfono.
domingo, agosto 27, 2006
La niebla sin gorilas
viernes, agosto 25, 2006
Oportunidades para el pie de página
Galería de Eresfea, homenaje al licenciado Sebastián Auyanet.
1. Antes de... Necesitamos engrasar esa mandíbula desencajada. Algo chirría en este proyecto final de licenciatura.
2. Antes de... Aún recuerda a Ronaldinho.
3. Durante (1). Duelo bajo los focos en UM Corral: Sebastián Antorcha Auyanet vs. Trío Magíster. (Gastón cierra cualquier escapatoria en la puerta).
4. Durante (2). Sebastián Antorcha Auyanet toma el mando con una sorprendente elongación de su brazo flamígero.
5. Final feliz (1): El padre de Sebastián, con gesto de actor francés, espera a su hijo, que, a duras penas, contiene la llama en la mano.
6. Final feliz (2). Fotografía oficial del nuevo licenciado en compañía de la China Hudson (Decanísima de la Facultad de Comunicación).
7. No hay imagen de Jorge, engrasador de defensas de proyectos finales de carrera. Dicen que lloraba emocionado en un rincón.
1. Antes de... Necesitamos engrasar esa mandíbula desencajada. Algo chirría en este proyecto final de licenciatura.
2. Antes de... Aún recuerda a Ronaldinho.
3. Durante (1). Duelo bajo los focos en UM Corral: Sebastián Antorcha Auyanet vs. Trío Magíster. (Gastón cierra cualquier escapatoria en la puerta).
4. Durante (2). Sebastián Antorcha Auyanet toma el mando con una sorprendente elongación de su brazo flamígero.
5. Final feliz (1): El padre de Sebastián, con gesto de actor francés, espera a su hijo, que, a duras penas, contiene la llama en la mano.
6. Final feliz (2). Fotografía oficial del nuevo licenciado en compañía de la China Hudson (Decanísima de la Facultad de Comunicación).
7. No hay imagen de Jorge, engrasador de defensas de proyectos finales de carrera. Dicen que lloraba emocionado en un rincón.
jueves, agosto 24, 2006
Queremos tanto a jamillan.com...
Hoy he revisitado flor de farola.
La chispa ha sido un cartel que encuentro en los pasillos de la Universidad de Montevideo.
Aprenda CHINO en la Universidad
Es un chino muy chino, al menos en la elección de las mayúsculas.
Lo mejor es cómo alguien llama al aprendizaje del idioma... ¡en quince semanas! (Atención al horario).
(¿O quizá el chino no es un idioma, sino el símbolo del medio, el de ese señor con las piernas abiertas?).
Siempre que paso junto al cartel me siento interpelado, y me capturan esos símbolos donde se supone que dice "aprenda chino en la universidad". Sospecho que en realidad dice: "tonto el que lo lea", o "mi mamá me mima" o "viva la caries y la pus"; pero no podré asistir al curso para descubrirlo.
domingo, agosto 20, 2006
Cuidado con el cine
A algunos les chapotea la lengua cuando dicen eso del séstchsptimo arsfste. ¡Ay! La gente se educa en el cine post 80, con las formidables películas que ven en televisión (revise la oferta de la próxima semana y échese a temblar). Revise también la lista de las más vistas en los cines los últimos diez años.
Más chapoteo de lengua: “…y la mashgia de la sala de cine”. Pero el público prefiere conectarse a la televisión de pago en vez de ir a una sala de cine. A la larga es más barato, y puedes comer pipas o hablar por teléfono sin que algún espectador haga ruiditos para llamarte la atención.
Ya no voy al cine en España. Cuesta 6 euros, ¿saben cuántas películas de Billy Wilder (por ejemplo) alquilo por ese precio para el DVD que no tengo?
Así que me las prometía muy felices en Montevideo (con las entradas a mitad de precio que en España), pero la cartelera no da muchas alegrías. El viernes poco más de una docena de ancianos y yo vimos El centinela en la sesión de las 18 horas. Prescindible; la película, no el horario, Josu Lapresa lo explica muy bien, hagan clic (a pesar de la publicidad del desodorante que previene el oscurecimiento de las axilas).
Dos jovenzuelos me han contado que van a ver El Noctámbulo, porque están convencidos de que es tan mala que se van a divertir.
Me gustaría que su director, guionista, actor principal... y no sé cuántas cosas más ganara mucha plata con la película, de verdad. Pero yo no iré.
La ira
Algunos abrieron su propio blog para disfrutar ensañándose con el prójimo. Dedican su tiempo y esfuerzo al comentario crítico. Pero el problema es que no sólo critican textos ajenos (muy legítimo) sino que se ensañan y ofenden a las personas (amparados en el valeroso anonimato). No tiene sentido escribir a los autores de estos textos críticos, puesto que muestran los comentarios como un triunfo (numérico); tampoco tiene sentido ofrecer argumentos, porque suelen refugiarse en la entrepierna para razonar y expresarse. Y si se les supera en lo soez te censuran sin problemas.
Se dan casos de transformismo que recuerdan a los villanos del cómic. Por ejemplo, imaginemos a un bloger que en la vida real es un periodista amable y que se transforma en el blog y le arrebata una manía persecutoria contra un colega y se dedica a destrozar a la persona (no sólo sus textos) porque sí. ¿Qué respuesta se puede dar a eso?
-El coro de los que se suman a la ofensa personal.
-El silencio.
-Una botella de cerveza (mínimo de medio litro) que se rompe sobre una cabeza, sin mirar atrás, sin curiosidad por saber si se abrió o no un cráneo.
La ira siempre es una mala solución.
Se dan casos de transformismo que recuerdan a los villanos del cómic. Por ejemplo, imaginemos a un bloger que en la vida real es un periodista amable y que se transforma en el blog y le arrebata una manía persecutoria contra un colega y se dedica a destrozar a la persona (no sólo sus textos) porque sí. ¿Qué respuesta se puede dar a eso?
-El coro de los que se suman a la ofensa personal.
-El silencio.
-Una botella de cerveza (mínimo de medio litro) que se rompe sobre una cabeza, sin mirar atrás, sin curiosidad por saber si se abrió o no un cráneo.
La ira siempre es una mala solución.
jueves, agosto 17, 2006
Sensación térmica
En el invierno austral uruguayo (o sea: ahora), los informativos de televisión dan dos temperaturas: la clásica, en grados centígrados, y la sensación térmica, ¡también en grados centígrados! Y la gente comenta en el ascensor, en el hueco de la escalera, en el portal de casa, en el boliche, en el taxi... (en los colectivos no se comenta nada) a propósito del tiempo. Lo habitual. Pero lo curioso en Montevideo es que este comentario cita siempre la temperatura atribuida a la "sensación térmica".
Quizá porque son unos friolentos (frioleros, que no frío pausados) y un día de 10ºC o 12 ºC no sirve de excusa para el abrigo y el embozo de bufanda.
¡Ah, si hubieran hecho compañía al Varlam Shalamov (1907-1982) de Relatos de Kolyma!
"No se mostraba el termómetro a los trabajadores, era además completamente inútil. Había que salir con cualquier temperatura. Los más viejos se pasaban el termómetro, si hay neblina, hace cuarenta grados bajo cero; si respiramos sin mayor dificultad, pero el aire se exhala acompañado de ruido, quiere decir que hace menos de cuarenta y cinco; y si la respiración es ruidosa y está acompañada de una agitación visible, hace menos cincuenta."
Sí, Shalamov, otro de esos rusos para leer, que pasó 16 años en una islita siberiana, Kolyma, por respondón con el régimen soviético.
En la imagen gugueliana, los restos de un antiguo experto en sensaciones térmicas.
sábado, agosto 12, 2006
El túnel
En los viajes, un juego consiste en aguantar la respiración dentro de los túneles, a ver si se aguanta hasta salir al mundo exterior. Otro, cerrar los ojos a la espera de abrirlos fuera, con la luz natural... (También flota por ahí el tópico de los que regresaron del peaje de la muerte. Hablan de una luz blanca al final, y de una sensación de paz).
Si la carrera literaria fuera una especie de túnel, pocos como Ernesto Sábato.
El escritor argentino, ya con 95 años y muchas fatigas a la espalda, publicó en 1948 su primera novela con un título nada casual para estas líneas: El túnel.
Un buen número de adeptos leían en su pesimismo y sus destrozos de sabor existencialista una lucha contra el orden establecido.
Desde hace años, no sé si ya completamente ciego, Sábato ve el final. Supongo que habrá respirado con fuerza más de una vez pensando que ya se acababa esta vida, supongo que algún día habrá abierto los ojos en busca de otra luz... Pienso en Sábato como en un escritor abandonado al final del túnel. Muchos de sus antiguos lectores dicen que el viejo Sábato traicionó al joven. Y quienes le despreciaban y desprecian aún con tesón por sus ideas de entonces no lo leen ahora. ¡Ay...!
No estaría de más una lectura de Sábato a dos bandas, por un lado El túnel (1948) o Sobre héroes y tumbas (1961); por otro, La resistencia (2000).
Internet, con sus tijeretazos, me deja copiar este fragmento de La resistencia:
"Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Éste es uno de esos días.
Y, entonces, me he puesto a escribir casi a tientas en la madrugada, con urgencia, como quien saliera a la calle a pedir ayuda ante la amenaza de un incendio, o como un barco que, a punto de desaparecer, hiciera una última y ferviente seña a un puerto que sabe cercano pero ensordecido por el ruido de la ciudad y por la cantidad de letreros que le enturbian la mirada.
Les pido que nos detengamos a pensar en la grandeza a la que todavía podemos aspirar si nos atrevemos a valorar la vida de otra manera. Os pido ese coraje que nos sitúa en la verdadera dimensión del hombre. Todos, una y otra vez, nos doblegamos. Pero hay algo que no falla y es la convicción de que —únicamente— los valores del espíritu nos pueden salvar de ese terremoto que amenaza la condición humana."
jueves, agosto 10, 2006
Almizti y el capricho de los gases
Almizti es como se llama una fuerte pendiente herbosa de las Malloas, en la Sierra de Aralar, hasta la cima del Artubi. He subido tres veces por ahí. En la tercera ocasión con dos amigos: Imanol y Ángel. Todo iba bien hasta que, a mitad de subida, bebí un precipitado trago de agua. Se me hinchó el estómago. Era como si tuviera un globo que no podía aliviar.
Alcanzamos la cima de Artubi.
Luego cresteamos hasta Balerdi. (De allí es la fotografía).
Sólo entonces empecé a eructar. La montaña concede estas licencias gaseosas.
Hoy me asaltan memorias gaseosas. (Nomeacuerdo quizá recuerde una fórmula que decía PV=NRT).
martes, agosto 08, 2006
Vuelve el hombre
Ya estaba aburrido de tanto amaneramiento y de tanto centímetrosexual. Pero lo llevaba con discreción, hasta que un amigo (el mismo que usa loción de bebés, unos aceites esenciales que...) me ha alegrado el día con una noticia de El Mundo: "LA NUEVA PUBLICIDAD REZUMA TESTOSTERONA".
Yo rezumo, tú rezumas, él rezuma, nosotros rezumamos...
¿Podré, por fin, salir del armario de los brutos ? (Que ya huele a gorila...). Sé que soy un bruto, ese tipo algo tosco pero sin mala idea que apenas se fabrica ya en el País Vasco. Y aunque no presto a la publicidad la atención que se merece, me divierte que reeduquen a los muchachos con frases como: "Soy un hombre, óyeme rugir" (de un anuncio estadounidense de hamburguesas) o "recuperen la virilidad" (para comprar vehículos Hammer). O títulos de libros como 'I Hope They Serve Beer in Hell' ('Espero que vendan cerveza en el infierno'), de un tal Tucker Max (que debe de ser muy famoso en EEUU).
Nos vamos a reír...
Leo: "Lo que vemos ahora es una búsqueda activa de una nueva definición de lo que significa ser hombre", ha declarado Cameron. En su opinión, "la era postindustrial y el feminismo echaron por tierra el papel tradicional del hombre que se despertó un buen día preguntándose: ¿Y ahora qué?".
¿Ahora? Cameron, aterriza. Ahora, como siempre, ni centímetrosexuales ni retrosexuales... En las familias felices que yo conozco siempre han mandado las mujeres, aunque los hombres se atribuyeran cierto dominio de cara a la galería. Así que a lo de siempre, a desobedecer a las mujeres. Porque ellas mandan, no nos engañemos. Y a nosotros sólo nos queda eso: desobedecer. Pocas veces y, eso sí, con gracia. Porque si no...
P.D.: El gorila de la foto está pescado en www.zoolesna.cz
viernes, agosto 04, 2006
La nueva mesita de noche
Será durante dos meses. Está en un séptimo piso de la calle Hugo Pratto, en Montevideo, Uruguay. Y era la de Ana Inés y Javier... Pero ya la he transformado.
Hay un pasaporte.
Un libro que no consigo terminar (me duermo, son cinco horas de diferencia horaria con España).
Un pañuelo de pingüinos, seguro que Jimena me recomendará que no me lo ponga para no hacer el ridículo. (Ella vela por mi deplorable imagen pública). Y a propósito de pingüinos: siento una conexión ¿telúrica, astral, pingüinesca? con las letras enredadas.
Unas gafas de sol baratas.
Una bolsita con monedas uruguayas y argentinas guardadas hace ocho meses.
Una cartera.
Una cajita con tapones de cera para los oídos (que siempre llevo en los viajes de avión para descansar ante los roncadores trompetistas).
No me creerán, pero las botellas son un saludo: de aceite y tinto a Jaime (y a Simón). De moscatel a Vicky. Con un clic sobre la imagen se demostrará mi navarrismo militante.
Y cerca una lámpara.
A estas alturas, ya espero un perfil de mi persona al estilo de "Mentes criminales". Sobran elementos de juicio.
jueves, agosto 03, 2006
Elementos de una mesita de noche
Parchís elaborado con punto de cruz. No me gusta nada el punto de cruz ni el parchís, pero le gusta a mi madre. Y a callar.
Lamparita.
Mesa con cajones para amontonar cosas inútiles.
Un librito de mapas y ascensiones montañeras. Antes de dormir no leo rusos, prefiero imaginar rutas por los mapas.
Una fotografía en pañales y con la mano agarrada a una botella de champán.
Un cartel robado cerca de la cima del Mandoegi.
Alguno construyó un universo literario a partir de una magdalena. Hoy he tenido tentaciones literarias con mi mesita de noche, y todo ha quedado reducido a esta entrada. Investiga tu mesita, a lo mejor hay una novela. O dos.
miércoles, agosto 02, 2006
Honrarás a tu padre y a tu madre
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