


Sube y baja de Javier y Eresfea por Aralar el día de Santiago. El vocabulario tarzanesco surge entre nosotros: rampa-rampa es subir (Foto 1), Gambo-Gambo es cima (Foto 2), campa-campa es prado, pastura (Foto 3)… Y así.
Hay una crónica viajera de memoria, y otra que viaja dispuesta a mirar, a escuchar, a reunir los datos del momento que la memoria después olvidará. A mitad de camino entre esas actitudes se mueve el italiano Emilio Cecchi (1884-1966) en el librito que recupera la editorial Minúscula. El viajero (y el lector con él) recorre California, Nuevo México y México en sus vacaciones de profesor universitario a comienzos de los años 30 del siglo XX. La prosa en México avanza con breves crónicas que se leen a toda velocidad.
Al estadounidense David Foster Wallace (Ithaca, Nueva York, 1962) –desde ahora DFW- siempre le sobran palabras: en su mejor cuento “Encarnación de una generación quemada”, en su propósito de novelón final La broma infinita y en sus textos a mitad de camino entre el ensayo y el reportaje, como en Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer.
Los de Peta (Personas por el Trato Ético de los Animales). Que enseñan piel, tetas, tetillas, bragas y calzoncillos en las calles de Pamplona para mostrar su oposición al maltrato y a la muerte de los toros. Llegan los Sanfermines, y los periodistas, en otro alarde (más) de libertad de expresión, conceden espacio y tiempo al paseíllo de estos tontainas. (Si yo trabajara en la tele, cedería a la tentación y metería el vídeo del año pasado. ¿Alguien se daría cuenta?).
En Uruguay, la claridad es patrimonio de los ejemplos. Los uruguayos sueltan un “claro” de izquierdas cuando dicen o escriben “ejemplo”. Nunca es "ejemplo" a secas, tampoco “ejemplo claro”, sino “claro ejemplo”. Ya es hora de reclamar ante la Real Academia el clarojemplo. ¿Acaso no se aceptó el ta?
Solo ante el televisor, fotografié el sorteo de El Kini (que, junto con El 5 de Oro, ha hecho las delicias del Gran V. y de Eresfea unas cuantas noches de este 2007).