El dios escarabajo proyecta una venganza contra los hombres por el abuso de los insecticidas: la undécima (o décimo primera) plaga. Pero un bucle espacio tiempo lo envía a Rocha (Uruguay). No sabe qué hacer. Escucha en un boliche un tema de Las Pelotas y decide quedarse allí a pasar el verano con su pelotuda prole. Vive la noche loca.
Y Ricky Martin canta en el Conrad Punta del Este (Uruguay) el 2 de marzo (todo empieza a encajar).
11 comentarios:
Eresfea, tenés que dejar la cocacola.
Je. Pero jamás tomo cocacola... Lo mío son drogas más eficaces y menos "imperialistas". Por ejemplo: medialunas.
Nos han puesto un ejemplo de una crónica de Eresfea en una clase de Creatividad Literaria, como ejemplo de cuento corto de ficción, muy bonito
Carol, miedo me das (por lo de "bonito"). ¿Cuál era?
se nota que no veraneaste en punta colorada, esa playa parecía un capítulo de los archivos X. y peor cuando a mi hermana le ataco un pájaro carpintero en las rocas.
Andrea, se me ocurren al menos cuatro chistes fáciles con el pájaro carpintero y tu hermana. Pero me aguanto. Me cuesta... Me aguanto.
Abrazo.
Hay que hacer camisetas.
Tengo un dato para tu historieta, Eresfea. En Uruguay, hay un tipo que caza escarabajos, los clasifica por sexo, arma parejas de macho-hembra, y luego los vende a China como "mascotas, torito miniatura". Sí, sí, sí, increíble.
Ojo que puede ser un buen negocio... (Debe de ser complicada la clasificación, aquello debe de ser muy pequeño...).
¿Nombre del tipo y teléfono o domicilio?
Acá va un adelanto:
http://www.japonesparatodos.org/kabuto.htm
También se venden en Japón, y en Méjico. ¡Este bicho podría ser nuestra principal materia prima! Además, entorno a los escarabajos también está el merchandaising: comida para escarabajo, casa para escarabajo, competencias... (¡y la liste es infinita!) En este país falta creatividad: ¡podría ser nuestra materia prima. ¡El mercado es enorme!
Por cierto, no te extrañe que algún periodista robe información de este blog para escribir una nota.
Brillante, Al. Brillante. Hay en usted un reportero de lo inusual.
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