lunes, febrero 19, 2007

Pan


Caminaba aún por Lugo cuando me encontré el entierro en una aldea. Entre la montaña de flores leí la banda: Panadería Fraga.
Sí, había muerto un panero, uno de esos devoradores de panes y bollos. Sentí la (radical) afinidad con el difunto, una conexión más harinosa que astral. Una cosa como de reconocimiento que partía desde el estómago.
Me dije: una vida redonda (o trenza, o espigada, o...). Una vida untada. Una vida de pan con pan, comida de tontos... Y danos hoy nuestro pan de cada día, y si es mezcla pesada de centeno y trigo, mejor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese pan de azúcar, en Burgui, antes de los perretxikos...

eresfea dijo...

Fundamental.
Mi padre siempre prefiere ese camino para ir a (o volver de) los Pirineos.

Anónimo dijo...

Mi bisabuelo Bautista Ulacia, tan republicano que adelantaba un día la fecha de su cumpleaños para que coincidiera con el 14 de abril, era el panadero oficial de la reina María Cristina cuando veraneaba en San Sebastián.

Después, durante la guerra y la primera posguerra, se colocaba junto a la vía del tren, trescientos metros antes de la estación del Norte. El sitio estaba pactado con los contrabandistas: allí tiraban por la ventana los sacos de harina que traían de extranjis de la provincia.

¡Cuánta hambre quitó aitatxo en la Parte Vieja!, suele decir mi abuela. Y recuerda aquella vez en que, a falta de buena harina, Bautista tuvo que hacer el pan con una especie de harina de algarrobas. Salió un pan negro, horroroso, pero cuánta hambre quitó.

Ay, mi bisabuelo, que se rompió la espalda cargando sacos de cien kilos de harina la víspera de la boda de mi abuela. Y que ganaba apuestas comiéndose bandejas de pasteles. Y que, de crío, en los últimos años del XIX, acompañando a su madre en el reparto de pan por los hoteles, descubrió en el Hotel Biarritz los primeros racimos de plátanos que llegaban a San Sebastián: los vio y echó a correr, asustado por aquella especie de enorme araña amarilla.

Ay, mi bisabuelo, del que todos se reían en el muelle porque se comía las angulas...

Anónimo dijo...

PAN, PAN,... Y SE MURIÓ.

P.D. Me cago en blogger. Desde que me OBLIGO a cambiar a la nueva versión, todo funciona peorrrrr...
Imanol

IMANOL dijo...

o la ya famosa dieta de muslo y pan: muslo aquí, muslo allá y PAN! PAN! PAN!...
Bon Voyage