He pasado tanto tiempo en Montevideo que me da por saludar inopinadamente.
Por ejemplo: ¡Hola, Susana!
Eso sí, no caigo en el exceso del hola-qué-tal-cómo-te-va a las ocho de la mañana en la puerta del trabajo. Pero saludo demasiado... (¡Cielos!, Susana, ¿sabes que incluso doy palmaditas en la espalda cuando abrazo?). Y, claro, los especímenes de la reserva vasca en donde vivo ahora me huelen distinto, me miran recelosos.
Caminaba por un bosque cuesta abajo, junto al arroyo Landarbarso, buscando nidos tan feliz... Y me encontré con un niño de unos seis años, cuesta arriba.
-¡Hola!, ¿qué tal? -le saludé.
-Me estoy aburriendo como una ostra -soltó sin vacilar.
¡Ostrás! Eso me pasa por preguntar. Entonces vi a los padres que venían detrás con un aspecto amuermado insufrible, y el niño me dio un poco de pena (calma, sólo un poco). Casi le alegro el día con un nido de malviz cercano.
-Adiós -le dije al niño.
Y pensé al estilo Eastwood: el saber jode, pero curte.
A los padres les dije "¡epa!" con la característica levantadita de cabeza que se usa en esta reserva vasca donde vivo.
7 comentarios:
Bonita su ahijada, le imagino viendo el futbol,oh no, house y mientras el niño, susana y el molusco duermen, tuyo
Cuando era chica, de 8 a 9 de la noche atendía el teléfono diciendo: "hola Susana". Por si me llamaba Susana Gimenez. En esa época, del 1 a 1 en Argentina, regalaba un millón de dólares.
¿qué tendrá que ver, no?
¿Y ya has probado las bondades del "Che, vo... ¿sabé qué pasó?" ?
Hola, que tal,como estas,todo bien?
Te faltó el "todo bien" que de este lado del charco se usa aún más.Espero que la respuesta a todo esto sea "Muy bien"
Cariños.
Siempre tuve la duda de si se escribe "vo" o "bo". Por ahora, viene como la encuesta de "¿cerveza con o sin espuma?": 50 y 50.
Saludos,
Nacho
La respuesta es muy sencilla Nacho, si el "vo" viene de "vos", entonces va con "v". Pero si viene de boludo, que no me extrañaría y es lo más probable, entonces se escribe con "b".
Soy como el libro gordo de Petete (sin comentarios).
Hola, Josean, querido.
Los de Murcia no me dejan hacer chistes pero se me ocurren de todo: sobre endemoniados, espumarajos por la boca cuando estoy de mala leche, mis movimientos de pelvis que ya sé de dónde me vienen... pero ya ha llegado Juanma y el pobre que lo vio todo cada vez que hago un chiste me mira con mala leche...uf, mañana más. Gracias.
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