miércoles, junio 14, 2006
Secuelas de la Última Cena
Ya está bien. ¿Se puede confundir a un Juan con una Magdalena? En estos tiempos que corren (y se resbalan) sí. Y aceitaré más el asunto con dos imágenes y una historia.
La primera imagen tiene que ver con el agradecimiento al sentido del humor, y viaja en internet.
La segunda. Oteiza ya esculpió trece apóstoles hace años. Y, sin revuelo internacional, forman un friso en el Santuario de Aránzazu (Guipúzcoa profunda). El asunto tiene miga o, mejor dicho, piedra...
Antonio me cuenta la historia real.
En Callosa de Segura tienen a Perico El Pintor, quien pintó al Santo Patrón en una puerta (investiguen en el santoral). Una vez Perico tuvo el encargo de pintar la Última Cena y todos los rostros resultaron familiares, pero un listillo -que también hay en los pueblos- dijo:
-Pero Perico, ¡hombre!, ha pintado usted trece apóstoles.
A lo que Perico respondió:
-¿No te das cuenta de que ése de la esquina está terminando ya y se va?
Yo también me voy.
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4 comentarios:
En Donosti se decía que el decimotercero de Oteiza era ELTXO.
(Ya sabes: Miguel Vidaurre, Migueltxo, Eltxo, cronista social de El Diario Vasco, el de "La ciudad y sus gentes", presente siempre en todo tipo de cenas, homenajes, inauguraciones, jurados de fuegos artificiales o de concursos de tortilla de patatas).
ja ja ja. La verdad es que le salió bastante afeminado, a Da Vinci. Pero de ahí a confundirlo con una magdalena...
Yo ya no sé qué creerme.Pero, y si es Magdalena ¿qué pasa? A mí no me cambia para nada la vida. Si al pobre hombre le salió el dibujo con cara de chica tampoco es para ponerse así. La gente es de un flipao...
Y mira que me estaba conteniendo. Pero es que no. Eresfea: hazte una foto realmente bizarra o que te haga un dibujo Mingote y que Mordillo ponga algunas diferencias: unos apóstoles por aquí, unas gafas de Bono por allá y otro largo y agónico etcétera. ¡Más ventajas!
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