Otra vez San Sebastián.
Estaban los tres mosqueteros (que eran cuatro), los tres tenores, los tres jinetes del Apocalipsis (sí, porque nadie se acuerda del cuarto), los tres tristes tigres (dilo, dilo rápido)...
Y los tres tamborreros. Y amigos:
Javier,
Iñaki,
Eresfea.
¡Jo, qué bien tocamos!
P.D.: La fotografía es de
Imanol (Un D'Artagnan).
16 comentarios:
Imponente escalera. Qué porte, qué talle...
"¿Qué tiene el tres que no tengan los demás?
Tiene gracias, las de Rubens.
Tiene deseos, los de Aladín.
Tiene reyes que no reinan: Melchor, Gaspar y Baltasar.
Tiene oro, plata y bronce.
Tiene tríos de gran fama.
Una regla matemática,
el semáforo y sus colores.
Añadamos dimensiones:
altura, anchura y profundidad.
Y restemos mosqueteros,
pues por mucho que usted diga,
no eran tres, eran más".
Magnífico el número, pero lo sentimos, sólo puede haber un elegido: quattro.
¡Oh, qué lástima, Inqui! Yo esperaba los tres cerditos.
Audi no sería Audi si hubiese mencionado a los tres cerditos.
¡Auuuuuudi! dijo el lobo
Inqui: eres como una especie de ratilla informática que todo lo roe con publicidad y estrés. Descansa, joven.
Eresfea pronto sacará fotos de txistorradas y asados (esto último cuando aterrice Tururuguay), a este paso.
jaja! ¡menudo trío! es genial. Anda que no los pasaréis bien y haréis el ganso en San Sebastián. Tengo pendiente ir algún año, quizás el próximo que ya no tendremos exámenes. O eso espero.
Creo recordar la foto del año anterior con un tipo más barbudo de por medio. ¿La barba viene también con el 'kit' de la Tamborrada?
Vaya tres patas pa' un banco.
Hablando de los tres mosqueteros, viene Bryan Adams (sí, ese, el que hizo la canción de los tres mosqueteros -All for love- junto a Sting y Rod Stewart) a Uruguay.
Pre-siento que Uruguay es el tacho de basura de los artistas en descomposición. Y eso no me gusta.
El año pasado fue Diango. Y nunca falla Serrat.
Contra tu teoría, dos hombres posan enseñando los dientes. Tú sigues inpertérrito cerrando la boca. En boca cerrada...
Por cierto, muy masculinos esos gorritos.
Joé, pensaba que nos ibas a dar envidia con el menú de la cena en alguna sociedad...
Venga, eresfea, cuenta. Que solo de pensar los manjares que comiste me empiezan a trabajar las salivares.
Peter, mi teoría tiene excepciones, por ejemplo: ante el abuso de champán.
Anonetoy, no pienso responder.
Nahum, lo bueno, y clásico, fue la víspera. Revuelto de bacalao, bacalao frito con pimientos verdes y cebolla confitada, chuletón sangrante, y de postre la triada astringente contra la sidra joven de kupela: dulce de membrillo, queso y nueces.
Eresfea cara de Infante Hice Algo Malo y Nadie Sabe, o ¡Que te apures, que se me escapa la carcajada!
Voto por la última opción. Y ya me pongo a pensar en llevar a la gran pantalla la versión humana de El soldadito de plomo, con la participación estelar de...
(Saludos, Berna)
La tercera es la vencida.
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