miércoles, noviembre 30, 2016

Así fue el otoño de 2016

Realengo, Aralar, 1 de noviembre.
Se espera el otoño perfecto en el bosque boreal, se sabe de su plenitud por los recuerdos de la infancia, por los salvapantallas, por las fotografías de los calendarios, por las imágenes rescatadas de las películas o por los avisos siempre tardíos o lejanos de la televisión (es una regla infotoñal: se anuncia el otoño que ya no está en los árboles cercanos).
Casi para sumarme con saña a la infotoñolada, diré que hubo quienes caminaron a conciencia hacia el encuentro directo, hacia el esplendor (en el Aralar navarro, por ejemplo). Y que el 29 de noviembre y san Saturnino, pasaron los escuadrones con cientos de grullas volando bajo, gritando sobre la sierra de Leyre hacia el sur.

Realengo, Aralar, 30 de octubre. Fotografía de Ana Salas.









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