lunes, agosto 02, 2021

Selectividad, kareishu y hasta una tortuga boba

Hay quien asegura que la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Selectividad) es el examen más fácil de España. Que en 2021 ha oscilado desde el 98,67% de aprobados en La Rioja hasta el 92,5% en Baleares (los peores), que cuesta imaginar un examen más fácil de aprobar, que hasta el propio examen de conciencia más benévolo ofrece peores resultados. Que, por comparar con otro examen que acecha a esos mismos jóvenes, el teórico de conducir (B) lo ha salvado un 49% de los presentados en lo que va de 2021.

Otros sostienen que es un examen difícil y que, ante la evidencia de los resultados, urge reconocer que los bachilleres españoles son olímpicos desde hace años, mentes prodigiosas sistemáticamente ninguneadas por una sociedad con tufillo a viejo (kareishu). ¿Por qué la resistencia a celebrar los éxitos de los jóvenes? Incluso se debería aplaudir unánimemente en los balcones el éxito del curso anual de preparación del examen, con un plantel de profesores también olímpico, prodigioso, y con un plan de estudios también olímpico, prodigioso, etc.

En cualquier caso, ¿a quién se le ocurre que estos jóvenes resilientes no se merecen un viaje (o dos) antes de comenzar los estudios universitarios? Cuando se examina la cuestión, se entiende que basta un cambio nominal para espantar fantasmas del pasado. Nada del rancio "viaje de fin de estudios". Ellos tienen afán de aprender, han aprovechado a las mil maravillas el Bachillerato y quieren seguir estudiando (como demuestran con sus matrículas en la universidad), aunque también quieren ser disruptivos, solidarios, flexibles, ecologistas, sostenibles... Sus padres lo saben, y los sostienen como se merecen. Pregunten, pregunten a los padres españoles que han pagado en 2021 el viaje de sus hijos a Mallorca qué han hecho sus hijos unos días aislados con sus grupos de convivencia. Obvio: beber agua mineral (con quita y pon de mascarilla entre sorbo y sorbo); recoger plásticos de la playa, soñar con el avistamiento una tortuga boba y ver los incomparables atardeceres en el Mediterráneo antes de acostarse; acudir a la cartuja de Valldemosa en homenaje a Chopin y Sand... Porque los tiempos han cambiado, y los estudiantes del 21 no son como aquellos de los 80 o los 90.

¿Y si este 2021 los aprobados acudieron a Baleares para consolar a ese 7,5% de isleños suspendidos en Selectividad? (Ahí lo dejo).


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