El 12 de julio de 2022 lo descubrimos.
Progresando por la brecha.
La ascensión es "alpina" como dijeron unos montañeros granaínos que nos encontramos en la cima (donde, por cierto, el vértice que la coronaba está escacharrado). La nieve en retreta del nevero, antaño glaciar, deja desnuda la piedra en la brecha Latour y muestra un terreno más inestable, más incómodo para el ascenso cada año que pasa. Ahí dos obstáculos animan a maneras escaladoras. Permanece en equilibrio el bloque al final de la brecha, pero esta vez, antes de llegar a él, tomamos el camino de las clavijas (sin cuerdas).
Desde la cima el horizonte es magnífico y se recuerda con claridad por qué se sube a este primer tresmil del Pirineo desde el Cantábrico.
Hace calor.
Descenso ante Arriel, Lurien, Midi d'Ossau, Palas...
Bajamos por la Gran Diagonal y llegamos a los ibones de Arriel. Desde ahí, solo aspiramos a regresar al refugio de Respumoso. Hace mucho calor.
P.D.: Dos personas me han dicho en los últimos quince años en Balaitus: "Este es mi límite". Patxi ha vuelto a subir catorce años después. Javier pasa el verano en Roma.
1 comentario:
Me chocó la comparación con la foto de 2008. Adiós, antañoglaciares.
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